Inicio Empresas y Negocios La carne brasileña gana mercados que la Argentina dejó vacantes

La carne brasileña gana mercados que la Argentina dejó vacantes

En el primer trimestre de este año, las exportaciones de carne vacuna brasileñas crecieron un excepcional 32,2% respecto del mismo período del año pasado. Según los especialistas, ese crecimiento se explica en parte por la recuperación -en algunos estados de Brasil- del status sanitario de libre de aftosa con vacunación, perdido el año pasado, pero también por la falta de confiabilidad en la provisión de carne de otro actor importante del mercado mundial: la Argentina.

En los primeros meses de este año, buena parte de la gran demanda de Rusia, que en 2006 fue uno de los principales clientes de los cortes vacunos argentinos, se derivó hacia los frigoríficos brasileños en detrimento de los locales. Eso explicaría el gran salto de las ventas de Brasil. Entre otras cosas, la prohibición parcial que pesa sobre los envíos argentinos sería una de las razones de esa tendencia; con algunas pocas excepciones, los frigoríficos locales en conjunto pueden exportar hasta un cupo mensual de 40.000 toneladas. A esa restricción se sumó este año la demora en la entrega de los Registros de Operaciones de Exportación (ROE), un requisito administrativo que el Gobierno -según productores y frigoríficos- estaría usando para cuotificar aún más los envíos.

Según un informe de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (Ciccra), “la importancia de Rusia en el total exportado pasó de 39,3% en 2005 a 49,3% en 2006, un guarismo similar al que representaron Rusia y Chile en conjunto durante 2005. Las ventas a Rusia se concentraron en cuartos delanteros (21,2%), recortes de troceo (21,1%) y nalga (16,2%). La facturación total a ese destino fue de US$ 396 millones (33% del total), lo que implicó un alza de 17,3% con respecto a 2005”.

“Los mercados están muy tranquilos; Rusia, que normalmente desequilibra, sigue sin cargar y está comprando más a Brasil, cuyo reingreso en el mercado bajó los precios. En mi opinión, cuando la Argentina creció en volumen fue porque había desaparecido Brasil por la aftosa. Pero ellos siempre tuvieron gran volumen. En cambio, nuestro país va a competir donde se demande carne de calidad”, sostuvo Gustavo Valsangiácomo, presidente de la Unión de la Industria Cárnica Argentina (Unica), una de las entidades empresarias del sector.

Para Valsangiácomo, “la demanda de Rusia está, pero ahora hay que vender más barato, y si se vende a menores precios no hay rentabilidad. No obstante, es probable que se venda igual porque la realidad es que las cámaras está abarrotadas de carne a un costo financiero alto, y -a veces- con la necesidad de salir a cualquier espacio de terceros para el almacenamiento. Toda la gente prefiere tener la plata en el banco y no la carne en una cámara”.

Por la importancia adquirida en los últimos años, una menor compra de parte de los importadores rusos podría alterar sustancialmente las cuentas de los frigoríficos argentinos en los próximos meses. La tendencia podría atenuarse si el Gobierno cumple la promesa que les hizo a los productores la semana última de liberar los embarques de vaca de conserva -animal de menor calidad que no tiene demanda interna.

Es que Rusia, como comprador de carne vacuna, busca precio antes que calidad. En 2006 pagó más caro por la carne argentina porque la salida de Brasil del mercado y las propias restricciones a las exportaciones en la Argentina mermaron la oferta de cortes e hicieron subir los precios. Pero en el nuevo contexto, los importadores rusos se inclinan por los frigoríficos brasileños.

“Para este año se preveía un aumento del 10% en los precios internacionales, pero el mercado está sobreofertado, por lo que es posible que esa suba no se dé tan rápido como se anunció”, afirmó Ernesto Ambrosetti, economista jefe del Instituto de Estudios Económicos de la Sociedad Rural Argentina.

En enero pasado -último dato disponible en la Ciccra-, los embarques argentinos cayeron un 39% respecto de igual mes de 2006. En ese mes, en facturación, los principales clientes de la Argentina fueron -en orden de importancia- Alemania, Chile, Rusia, Israel, Italia y Hong Kong, que agrupados acumulan el 68,3% del total.

“En el mercado internacional hay tres reglas básicas que hay que cumplir, son tres «c» que definen cualquier relación comercial: calidad, continuidad y competitividad. En otras palabras, buenos productos, a buenos precios y una gran confiabilidad en las entregas son clave para poder hacer negocios. Y nuestro país dejó de ser confiable”, aseguró Ambrosetti.

Según él y otros técnicos consultados, no sólo Brasil -el principal exportador mundial de carne vacuna- está ganando los mercados que la Argentina está mal atendiendo. También Uruguay y Australia se estarían beneficiando. En el caso brasileño, la facturación por ventas de carnes al exterior pasó de US$ 1800 millones en el primer trimeste de 2006 a US$ 2400 millones en los tres primeros meses de este año, lo que explica el crecimiento del 32,2%. Esa mejora se dio, además, en el contexto de una fuerte revalorización del real respecto del dólar.

Uno suma, otro resta

  • En el primer trimestre de este año, Brasil exportó un 32,2% más de carne que en igual período de 2006. Sus ventas pasaron de US$ 1800 millones a US$ 2400 millones.

  • En cambio, en enero pasado -último dato disponible-, los embarques argentinos cayeron un 39% respecto de igual mes de 2006.

  • Tras tres meses de prohibición total -de marzo a mayo de 2006-, los frigoríficos argentinos sólo pueden exportar por hasta alrededor de un 70% de lo vendido en 2005.

  • Desde fines del año pasado, el Gobierno también regula las ventas externas mediante demoras en la entrega de los Registros de Operaciones de Exportación (ROE).