A la luz de los conocimientos actuales hay un paralelismo con nuestra historia y llamativamente también hay un paralelismo con el tiempo que transcurrió desde la difusión de los alimentos transgénicos. Estos son cultivados con grandes cantidades de pesticidas y son alimento básico para los animales. Hay que considerar que la cría de animales hoy es muy diferente a la de hace más de 30 años, cuando teníamos vacas de pastizal en Argentina.
Hay muchas razones bioquímicas que pueden demostrara que los alimentos animales, especialmente las carnes rojas están relacionadas con la generación de cáncer:
Primero, porque comen gran cantidad de pesticidas que van a formar parte de su estructura. Segundo, porque son engordados de una manera totalmente antinatural, produciendo carnes totalmente grasosas, ya que son animales criados de forma sedentaria, sin ningún movimiento y que comen alimentos sin estar preparados para su digestión. La vaca no puede digerir el maíz ni la soja, que es base del feedlot. Por esta razón su aparato digestivo genera una enorme cantidad de gases como el metano. Es tan grande esta producción de gas, que es responsable de más del 18% de los gases que disminuyen la capa de ozono a nivel mundial.
Padecen crónicamente gastritis, debido a que no pueden digerir bien el maíz y la soja, asociación con los pesticidas que traen estos granos y reciben grandes cantidades de antiácidos.
Son, por lo tanto, animales criados de una manera muy anormal, sin movimiento, sin sol y privados de la fibra que anteriormente consumían en base a pastos.
Por otra parte, las vacas hacinadas defecan en el mismo lugar en donde comen, no se mueven y están respirando el propio amoniaco concentrado de sus orinas, lo que les complica su respiración y genera infecciones: sin dudas generan un ambiente toxico.
La carne de feedlot se achica cuando se cocina porque se derrite la grasa que tiene intracelular, así la podemos diferencia de la antigua carne roja que podíamos considerarla rica en proteínas.
Estos animales tienen una bioquímica muy alterada porque son muy mal tratados a lo largo de todo su crecimiento y, por supuesto también en el momento de su muerte, y generan cortisol y adrenalina que modifican su metabolismo.
Muchas mueren por infecciones dado que su sistema inmunológico esta alterado por recibir gran cantidad de antibióticos.
Esta carne es un alimento más rico en grasa que lo que debería de ser, altamente oxidable y además rico en antibióticos y en pesticidas.
El feedlot es el alimento del 90% del ganado en la Argentina. Está compuesto de harina de maíz, harina de soja, plumas de aves hidrolizadas, polvo de hueso, harina de trigo, sangre de otros animales y por supuesto pesticidas.
Lo mismo ocurre con los cerdos. Esto genera una carne de cerdo totalmente distinta a la de los animales criados hace mas de 30 años y llenos de pesticidas.
Embutidos y carnes procesadas
Tenemos que saber que hoy la industria cuenta con una enorme cantidad de productos aditivos que son, en su mayoría, conservantes especialmente de las carnes, conocidos como nitritos y nitratos. Estas sustancias pueden ser eliminadas por el hígado, pero si se acumulan dentro de las células, pueden generar cáncer de colon, de hígado y de cualquier otro órgano.
Por cada kilo de carne de cerdo que entra en procesamiento, salen 3 kilos de carne procesada, es decir que ya no hablamos de aditivos, sino de una enorme cantidad de productos que van a darle gusto a la carne de cerdo, aumentando su volumen.
La fécula de maíz hace la diferencia entre el jamón crudo de buena calidad y el jamón cocido, cuanto más baja la calidad del jamón cocido mas fécula tiene, mas estiraron la carne de cerdo.
Los nitratos y los nitritos se empezaron a usar para controlar el botulismo que podía de las conservas, la bacteria que lo genera, el clostridium botulinum, moría en presencia de estas sales y por eso es que se usa en todos los embutidos. Además aumentan el color rojo de las carnes procesadas que se pierden por la cocción.
Tambien se concentran en las hortalizas, en las verduras y en las frutas que consumimos.
Las dosis de nitritos y nitratos aceptados en los alimentos son muy generosas y no tienen relación con las dosis que la OMS ha aceptado como dosis toleradas por el cuerpo humano a saber:
El nitrato de potasio para los quesos se acepta hasta 50mg /kg y para las carnes 250mg/kg, dependerá muchísimo de la cantidad de carne que se ingiera o de queso, hablamos de la acumulación, porque para los nitratos se tolera un máximo de 3,5mg/kg de peso y para los nitritos, que son los más peligrosos, un máximo de 0,06mg/kg de peso.
La OMS dice que los bebes menores de tres meses no deben ingerir nada de estos conservantes, y los ancianos y enfermos graves, tampoco. ¿Por qué?
Porque los nitritos, especialmente, forman en nuestro cuerpo nitrosaminas.
Los nitritos concentrados en una salchicha se une en nuestro estomago a otras moléculas llamadas aminas, presentes en los lácteos y forman nitrosaminas. Estas nitrosaminas están reconocidas como sustancias cancerígenas.
Para que se formen las nitrosaminas, hace falta un ambiente muy acido y el estomago tiene ese ambiente ideal. Juntando los nitritos de un fiambre con las aminas de un queso, a PH menor a 3, que es el del acido clorhídrico, se forman estas sustancias. También las temperaturas altas forman las nitrosaminas, es decir, cuando calentamos una pìzza con jamon y queso, se generan nitrosaminas.
El exceso de frituras, por ejemplo una panceta o en un jamón frito en su propia grasa, puede contener gran cantidad de estas sustancias cancerígenas.
Los antioxidantes son unas de las sustancias que pueden combatir la intoxicación con nitritos
El acido ascórbico o vitamina C, inhibe la formación de nitrosaminas.
La población en general tiene niveles muy bajos de vitamina C, porque no comemos ni frutas ni verduras.
Si comemos muchos fiambres con nitritos y, estos llegan a nuestro estomago, a temperaturas altas, se van a formar nitrosaminas y no tenemos defensa por carencias de vitamina C en la misma alimentación.
Es una realidad demostrada en experimentos con animales, que el 90% de las nitrosaminas son consideradas carcinogénicas.