En el sector de la ciberseguridad y Tecnologías de la Información, la presencia femenina apenas alcanza 11% de la fuerza laboral y este parece que no es el único problema cuando hablamos de la falta de talento para la industria. Actualmente, el sector cuenta con un vacío de casi tres millones de puestos a nivel mundial. Esto se suma a una creciente demanda de protección cibernética en cualquier organización e industria. La digitalización, la confidencialidad de los datos y la privacidad de las personas son los nuevos vectores tecnológicos que generan demanda de especialistas técnicos, directores de Seguridad de la Información y nuevos expertos en diferentes funciones, lo que representa un mundo de oportunidades para las jóvenes estudiantes que hoy están tratando de decidirse por una carrera.
Cifras de la Unesco revelan que sólo 35% de los estudiantes matriculados en carreras STEM (Ciencias, Tecnología y Matemáticas) son mujeres y por ello se insiste tanto en la necesidad de redoblar esfuerzos por atraer a las niñas y jóvenes a estas carreras que no sólo son la puerta de entrada a los empleos del futuro, sino que también representan la fuerza motriz de la innovación, del bienestar social, del crecimiento inclusivo y del desarrollo sostenible. Y en este universo de carreras STEM, la ciberseguridad es un mundo lleno de oportunidades para las mujeres.
En Kaspersky, nos esforzamos para atraer el talento femenino a la industria con iniciativas como Kaspersky Academy, una iniciativa global dirigida a promover el conocimiento del mundo de la ciberseguridad a través del apoyo a los jóvenes talentos y la cooperación con la comunidad educativa, y acabar con la escasez de profesionales en ciberseguridad. Además, invitamos a los grupos de codificación para niñas a participar en las competiciones de “Secur’IT Cup”, que reconocen el trabajo de jóvenes investigadores y estudiantes en temas relacionados con la ciberdefensa y la ciberseguridad.
El enfoque femenino ante situaciones de amenazas y riesgos cibernéticos resulta indispensable para construir un mundo digital más seguro. Por eso, vale la pena compartir consejos útiles que pueden servir a las jóvenes estudiantes que están pensando a dónde dirigir sus estudios, pues es necesario que conozcan las materias y habilidades necesarias en el mundo de la ciberseguridad, ya que van más allá del estereotipo de los geeks de seguridad de TI o piratas informáticos sentados en un cuarto oscuro hackeando computadoras.
Derecho y ciberseguridad
En los últimos años hemos sido testigos de varias fugas de datos sufridas por grandes empresas alrededor del mundo, lo que ha motivado a los gobiernos a desarrollar leyes de protección de datos (GDPR) para sus ciudadanos. Esta tendencia creciente ha hecho que los profesionales que trabajan como directivos de privacidad y de protección de datos sepan tanto de derecho como de seguridad cibernética, ya que sólo así podrán ayudar a las empresas a cumplir las leyes en la materia.
La demanda de estos especialistas aumentará en áreas tecnológicas dedicadas como Internet de las Cosas (IoT por sus siglas en inglés), pues estas soluciones ya necesitan cumplir con regulaciones de privacidad y de protección de datos personales.
Arquitectura de ciberseguridad
Si nos enfocamos en posiciones más orientadas a la tecnología, podemos identificar la necesidad de arquitectos de ciberseguridad. Aunque esta es una profesión ya conocida, aún es difícil de reclutar, pues las empresas intentan encontrar expertos que conecten todas las piezas de la arquitectura de ciberseguridad en un solo mecanismo de trabajo.
Para reclutar a estos especialistas se requiere pericia y una visión global compleja sobre cómo funcionan en su conjunto las diferentes partes de la infraestructura, además de tener sólidas habilidades en administración.
Análisis de Big Data
Los analistas de Big Data capaces de construir modelos matemáticos para la detección de anomalías son muy solicitados en empresas donde se requiere un nivel avanzado de protección cibernética y en organizaciones que ofrecen servicios específicos de ciberseguridad, como integradores de sistemas o proveedores de protección.
De hecho, el análisis de grandes volúmenes de datos y el desarrollo de modelos matemáticos son funciones que se utilizan en muchas industrias verticales como el comercio electrónico, diferentes tipos de servicios digitales y bancos, prácticamente en cualquier área donde se acumulen datos sobre el comportamiento y los eventos del usuario. Los especialistas deben tener habilidades críticas, analíticas, matemáticas, estadísticas y de creación de modelos muy sólidas, así como un conocimiento profundo de las amenazas y ataques cibernéticos.
Hoy resulta imposible aplicar cualquier tecnología o herramienta de ciberseguridad en los negocios sin la presencia de profesionales. El problema no es la falta de talento o de jóvenes promesas que aspiran a trabajar en ciberseguridad: la realidad es que muchas de las funciones que necesitan nuevos talentos se encuentran en áreas que permanecen sin ser vistas y, por lo tanto, subempleadas.
Los nuevos trabajos en ciberseguridad aparecen en una mezcla de disciplinas o requieren un conocimiento bastante profundo en diversos campos. Los programas universitarios en tales áreas siguen siendo limitados y académicos, por lo que la capacidad de autoaprendizaje es clave para los especialistas en ciberseguridad actuales y los que aspiran a serlo. Vivimos en un mundo en permanente transformación, por lo que es importante formar equipos de trabajo sólidos e inclusivos que permitan, gracias a puntos de vista diversos, desarrollar propuestas y respuestas creativas para combatir ciberataques que cada vez se profesionalizan más.
Asesoró: Andrea Fernández, gerente general, región sur de Latinoamérica, Kaspersky