Si bien los consumidores no abandonan el optimismo, pocos se animan a gastar como en otras épocas porque perciben que “la plata no alcanza para nada”
Entre los consumidores argentinos todavía permanece una sensación de esperanza por el porvenir de la economía, aunque esta sensación hasta el momento, aislada, no suma a la hora del comprar.
Según el último informe elaborado por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), las ventas de los comercios minoristas, en relación a igual mes de 2015, tuvieron una caída del 6,6% en abril.
El estado del consumidor fue una de las temáticas manifiestas durante el 14° Encuentro Nacional de Retailers, realizado días atrás en el hotel Hilton Buenos Aires. Allí el director de Consultora W, Guillermo Oliveto, indicó que “el arranque del año fue duro en materia de consumo y el primer trimestre se vio seriamente afectado por la situación de precios nuevos-sueldos viejos”.
El experto remarcó que “existe un desorden en la economía individual”, que con la pérdida de capacidad de compra influenciada por los incrementos en electricidad, transporte y nafta, se convierte en una de las principales preocupaciones de los consumidores argentinos.
El rubro de electrodomésticos y artículos electrónicos es testigo fiel de esta situación: las compras bajaron, en comparación con el mismo período del año anterior más de un 12 por ciento.
El director de Consultora W se refiere por eso a una “sensación dividida”, donde hay un primer grupo en el cual “hay esperanza de mejora, pero la realidad es que la plata no alcanza para nada”.
También existe un segundo grupo que abarca a todos los argentinos que reconocen que este no es un momento oportuno para la economía argentina.
Según manifestó el consultor, en declaraciones relevadas por el diario El Cronista, en el caso del aumento de los precios del transporte público, “muchos tienen la sensación de que ‘había que hacerlo en algún momento'”.
Sin embargo, Oliveto apuntó que existen “dos temas que siempre ponen nerviosos a los argentinos: el precio del dólar y el del asado”.