“Todos los sueños, planes y metas, carecen de valor, sino son llevados a la acción”.
Esta frase escrita por O.G Mondino en su libro “El Vendedor más grande del mundo”, ha sido inspiración para muchas personas. Muchos hemos asumido la tarea de descubrir la veracidad de esta frase y hemos descubierto la fuerza y verdad de la misma.
La historia a nivel mundial nos ha demostrado que aquellos lideres, algunos de ellos gerentes, que han tenido la habilidad de establecer metas y retos a largo plazo, sin importar el tamaño de ellos y estos mismos individuos, con valor, toman el riesgo de construir este futuro, han tenido resultados acertados en la acción y éxitos en la materialización de su visión.
Resumo, una vez revisada tanto la teoría como la práctica, que la habilidad primordial de un gerente, es la de ser capaz de soñar con los ojos en las estrellas, pero con los pies en la tierra, tal como lo expresa el conferencista Miguel Angel Cornejo en su libro “Compromisos para ser líder” y añadiría a esta expresión, la habilidad de contagiar a su entorno de su sueño, considerando que el mismo incluye una construcción de equipo.
La habilidad de ser capaz de entender y transmitir, como la cotidianidad es una pieza determinante para la gran construcción del sueño propuesto, es lo que marcará la diferencia en el aporte y legado al entorno en donde se vive.
Las gerencias con mentalidad cortoplacista condenan a una organización a expirar, de igual manera que lo harían las gerencias, que solo sueñan y no se atreven a convertir sus sueños en realidad.
Revisando la figura descrita a continuación, diseñada por Rafael Reyes García del Proyecto Atlatl , se puede analizar la integralidad que debe manejar una gerencia, con el fin de tener el resultado esperado. La ausencia de alguno de sus pasos o actividades, tendrá un resultado, que en la mayoría de los casos puede no ser necesariamente el esperado por los inversionistas o Junta Directiva y la sociedad.
Un solo ingrediente nunca hace la diferencia, es pues la combinación acertada de varios elementos, lo que llevaría a un impacto importante y positivo. De esta manera queda entendido que un ingrediente no es más importante que otro, sino que todos cumplen exactamente un papel protagónico para que el resultado final sea efectivo.
La última palabra en materia de Gerencia, aún no esta escrita, está se escribe todos los días en la acción y será demarcada por la coherencia entre lo dicho y lo hecho, entre lo planeado y lo resultado, entre la intención y la definición, entre lo sembrado y lo recogido, entre el liderazgo y el trabajo en equipo, de aquellos que hoy están en la palestra jugando este papel.
La única que nos evaluará sobre el acierto o desacierto de las decisiones tomadas, será la historia, lamentablemente cuando se cuente, será tan solo un pasado, que ya no es posible cambiar. Hoy, aquellos que tienen un puesto privilegiado, en donde su voz incluye autoridad, decisión, poder e influencia, tienen la oportunidad no solo de trazar un futuro, sino de construirlo, futuro en el que se pueda reflejar el corazón de una colectividad deseosa de un mejor entorno.
Concluyó estas palabras, retomando unas frases pronunciadas por el señor Presidente Álvaro Uribe Vélez, en el marco del lanzamiento del Plan 2019. “Si nos quedamos simplemente en la visión de largo plazo y no hay trabajo todos los días, esa visión se nos convierte de ilusión a frustración. Y si trabajamos intensamente pero no tenemos visión de largo plazo, nos posee la incertidumbre, porque no sabemos hacia dónde dirigirnos. Es muy importante adquirir conciencia de la necesaria combinación de la visión de largo plazo y el trabajo cotidiano”.