En los últimos diez años en nuestro país hubo un profundo desarrollo de la cultura de descuentos y beneficios. Esta serie de ventajas son aprovechadas por los residentes locales a través de promociones de sus tarjetas de crédito o de clubes asociados a suscripciones de diferentes medios de comunicación. Si bien este suceso es habitual en el exterior, el impacto a nivel local es reciente y aumenta considerablemente.
El consumo de los descuentos y beneficios en Argentina ha variado con el transcurso de los años. Si bien existen desde hace mucho tiempo, el “boom” en nuestro país se ha dado en los últimos 10 años; especialmente luego de la crisis económica de fines del 2001. A partir de ese momento, los argentinos empezaron a planificar mejor sus compras para hacer rendir el cada vez más ajustado salario, asimilando un estilo de consumo que en el exterior era habitual desde hace mayor tiempo atrás.
Los bancos fueron los pioneros en incorporar promociones para sus clientes y luego diferentes medios de comunicación lanzaron clubes de beneficios destinados a aquellos que se suscribieran a sus publicaciones. Además del importante valor agregado que esto generaba para los beneficiarios de esos descuentos, esto le permitió a las empresas que se sumaron a la causa y a estos nuevos hábitos de consumo canalizar la mayor parte de las ventas, liquidar remanentes, evitar excesos de stock y fomentar la comercialización de manera permanente.
Actualmente en nuestro país existen tres tipos de descuentos: el que ofrece el mismo comercio (con la correspondiente pérdida en los márgenes de ganancias), el que ofrecen las entidades bancarias (generalmente en formato de devolución de IVA, en el cual el importe descontado lo absorbe el banco) y el que se realiza a través de los clubes de descuentos y beneficios.
Los últimos son los que se suelen aplicar a la liquidación de stocks y remanentes, o bien ya contemplan un recargo proporcional al descuento sobre su precio de lista. Esto les permite a los comerciantes, no sólo mantener márgenes de ganancias, sino también compensar la pérdida por ajustes inflacionarios al aplicar medios de cobro diferido (cuotas, tarjetas de crédito; entre otros), logrando fomentar el pago en efectivo. La ventaja que otorga este sistema a sus consumidores es que con transacciones de contado evitan pagar el precio de lista. Y en caso de que tengan que abonar dicho precio, lo hacen a través de cuotas y/o en medios de pago diferido.
Pero tanto los beneficios otorgados por las tarjetas de crédito como los mencionados clubes de beneficios suelen estar pensados exclusivamente para los habitantes del país; excluyendo a los extranjeros, quienes están ávidos de aprovechar este tipo de promociones y descuentos porque por lo general provienen de países en los cuáles la cultura de consumo de este tipo de beneficios está arraigada desde hace más tiempo.
Y este fenómeno justamente coincide con un período en el que la presencia de extranjeros en nuestro país aumentó considerablemente: consecuencia de la devaluación, Argentina creció significativamente en lo que refiere al turismo receptivo y en la incorporación de un gran número de estudiantes extranjeros, para los que la calidad educativa local, altamente valorada en el exterior, se volvió más accesible.
Partiendo de esta necesidad latente nace Güelcom, el primer club de beneficios y descuentos para extranjeros en Argentina. Con este servicio, más de 40 mil personas que cada año quedaban excluidos de este sistema logran acceder a promociones en diversos rubros. Sumando a este nuevo lanzamiento, el “boom” de los descuentos y beneficios a nivel local seguirá creciendo; buscando alcanzar el éxito que actualmente presenta en el exterior.