El ranking Doing Business del Banco Mundial explica qué tan difícil es emprender en cada país y de su lectura surge la idea de que donde todo está por hacerse, puede ser más fácil crecer.
?Las PyMEs son el motor de algunos gigantes de la economía, como Estados Unidos y China, donde las tasas de creación de empleo desde la propia corriente entrepreneur superan el 80% del total anual, aunque existe un alto porcentaje de negocios que quedan en el camino.
Sin embargo, el mayor capital de las empresas estadounidenses son aquellos emprendedores que vivieron fracasos en primera persona: estos hombres y mujeres poseen una hipersensibilidad que los ayuda a que no vuelvan a fracasar. Es así que, a la hora de elegir a qué emprendedor apoyar, los patrocinadores evalúan en detalle su trayectoria de fracasos y no sus múltiples éxitos.
Los obstáculos para el emprendedor no son solamente las circunstancias que se le presentan, sino que tienen que ver también con las emociones, experiencias previas, herramientas y relaciones de ese preciso instante, de modo tal de ver si ante ese tsunami, decide surfear la ola, flotar, bucear o salir corriendo al punto más alto del sitio.
En la caja de herramientas, el emprendedor debe contar con tres sets de gestión que debe manejar en épocas de incertidumbre. Ellos son los procesos, las personas y los materiales.
Los procesos
-Formarse y participar en asociaciones y grupos que conozcan del tema. Hasta el taller más pequeño o un cruce de palabras con un par, ayudará a abrir la mente del emprendedor, para que en esos momentos críticos y desafiantes logre responder como la situación lo amerite.
-Para responder en tiempo y forma a las circunstancias del entorno es necesario un exhaustivo seguimiento de las buenas prácticas. Estas se deben asimilar para ser evaluadas, debido a que hoy en día la calidad se mide y, además, debemos actualizarnos constantemente para generar nuevos conceptos y hábitos.
Las personas
-Saber delegar. Si bien la capacidad multitarea inicial del emprendedor es legendaria, la madurez del proyecto se define cuando se tiene en claro qué etapas de la gestión se deben delegar.
-Saber dar para recibir. Más allá del terreno operativo, hay cuestiones sensibles como las de asociarse o tener un inversor, que requieren comprender que en determinadas situaciones se debe dar para recibir.
-Saber escuchar. Consolidar equipos de trabajo y filtrar vínculos de amistad pueden favorecer un crecimiento sano a largo plazo.
Los materiales
-La creatividad, desde las necesidades y carencias, refuerza con soluciones sorprendentes lo que no se consigue desde un lugar de abundancia y comodidad.
-La madurez emocional, la inteligencia, la negociación y el liderazgo, son recursos asimilables por todos; mientras que la pasión y el talento son un fuego interior que no se transmite.