Los buenos hábitos que se forman en la infancia suelen durar para toda la vida. Por eso es importante que los chicos adquieran el hábito de desayunar desde pequeños. Y qué mejor que predicar con el ejemplo.
Además de la importancia de conocer los beneficios que trae un desayuno completo, es necesario que vean que sus padres tienen esta conducta adquirida: desayunar en familia es una excelente opción para compartir un momento de calidad en conjunto y fomentar los buenos hábitos alimenticios que durarán para toda la vida.
El desayuno es la comida más importante del día. Cubre entre el 20 y el 25% de nuestras necesidades nutricionales diarias. Los chicos vienen de 8 horas de ayuno y les proporciona la energía necesaria para comenzar el día y poder obtener un mejor rendimiento tanto físico como mental.
Un buen desayuno equilibra la ingesta y distribución de calorías a lo largo del día, ayudando a prevenir deficiencias nutricionales. Además, optimiza el desarrollo corporal en etapas clave de la vida, en especial durante la infancia y la adolescencia. Adquirir este hábito saludable diariamente contribuye a mantener un peso saludable y favorece el crecimiento y la actividad cognitiva de los niños, bases de un rendimiento satisfactorio. Además, repercute positivamente sobre la memoria a corto plazo.
En edad preescolar, el desayuno es aún más importante ya que puede cubrir hasta el 35% de los requerimientos nutricionales; los menores que no desayunan ingieren menos nutrientes, una deficiencia imposible de compensar con otras comidas.
Durante la etapa escolar, los niños tienen una mayor demanda de nutrientes porque se hallan en plena etapa de desarrollo, por el esfuerzo que implica estudiar y la actividad física que realizan.
Para que un desayuno sea equilibrado y completo es recomendable seleccionar alimentos provenientes de los siguientes grupos:
- Lácteos: como leche, preferentemente descremada. Estos alimentos aportan principalmente proteínas de buena calidad nutricional, calcio y vitamina D, todos nutrientes fundamentales para mantener la salud de huesos. La leche puede servirse con una infusión o con un polvo chocolatado que le da sabor y a los chicos les encanta.
- Cereales: como cereales para el desayuno, preferentemente integrales. Proveen hidratos de carbono (fuente de energía), fibra y una variedad de vitaminas y minerales.
- Frutas: preferentemente enteras o en jugos exprimidos. Aportan al organismo vitaminas A y C, fibra, minerales, agua y azúcares. Si no se consume fruta en el desayuno es recomendable hacerlo a media mañana.
- Una bebida: es necesario beber al menos un vaso de agua, fundamental para rehidratar al organismo luego del ayuno de la noche.
Con la llegada de las clases, es importante recordar que los hábitos saludables como el desayuno son los que ayudan a que los más pequeños se desarrollen cognitiva y físicamente en plenitud; con sólo 15 minutos al día, sentados a la mesa en familia, se logra recuperar la reserva de energía y la vitalidad necesaria para iniciar un día activo.