La inteligencia artificial (IA) ha traído consigo una serie de beneficios y aplicaciones en la sociedad actual. En primer lugar, democratiza el acceso a la tecnología al acelerar y facilitar el procesamiento de información, permitiendo que tanto estudiantes como profesionales de diferentes niveles puedan beneficiarse de ella. En ámbitos como la medicina, la IA agiliza los diagnósticos y tratamientos, mejorando los resultados en el cuidado de la salud. Además, en términos de seguridad, la IA posibilita la detección de fraudes y riesgos, y aprende rápidamente para proporcionar mayor seguridad en diversos espacios.
Otro aspecto destacable es la mejora en las experiencias de los usuarios en plataformas de entretenimiento. Aplicaciones como reconocimiento facial, recomendaciones personalizadas y acceso por voz han sido impulsadas por la IA en servicios como celulares, GPS, Netflix, Instagram y Spotify. La popularidad de la IA generativa ha permitido que esté más disponible para todos, con interfaces más amigables.
Sin embargo, también es importante considerar los riesgos y desafíos asociados con el uso de la inteligencia artificial. A nivel empresarial, las filtraciones de información pueden convertirse en un grave problema de seguridad. Además, existe el riesgo de manipulación de voz, textos y videos, lo que plantea preocupaciones éticas y de autenticidad. Es fundamental garantizar la transparencia en el desarrollo y uso de la IA, así como proteger la privacidad y los datos de los usuarios.
La eliminación de sesgos y discriminaciones en los algoritmos de IA es un desafío crucial. Para abordarlo, se debe asegurar la inclusión desde el inicio del desarrollo y contar con procesos de validación de sesgos en la etapa de calidad. Además, el entrenamiento de los modelos debe tener en cuenta la diversidad de información y evitar la reproducción de sesgos.
La privacidad y la seguridad de los datos son preocupaciones relevantes en el contexto de la IA. Es esencial comprender que la información proporcionada a las plataformas de IA puede considerarse “pública”. Sin embargo, se pueden utilizar tecnologías y APIs para preservar la privacidad de los datos y garantizar su protección.
En cuanto al impacto en el empleo, aunque existen preocupaciones sobre la automatización, es importante recordar que los avances tecnológicos anteriores no llevaron a una pérdida generalizada de empleos. La adaptabilidad y la creatividad humana son clave para enfrentar los cambios y adquirir nuevas habilidades en este entorno en constante evolución.
A nivel mundial, se están tomando medidas para regular el uso de la inteligencia artificial y garantizar su uso responsable. Líderes en tecnología y otras disciplinas están presionando a organizaciones como las Naciones Unidas para abordar estos desafíos. Es necesario establecer legislaciones que promuevan la transparencia, la rendición de cuentas y la protección de los derechos de los usuarios en el desarrollo y aplicación de la IA.
En resumen, la inteligencia artificial ofrece beneficios significativos en nuestra sociedad actual, desde el acceso a la tecnología hasta la mejora de la medicina, la seguridad y las experiencias de usuario. Sin embargo, es crucial abordar los desafíos éticos, de privacidad y de seguridad asociados con su uso. La inclusión, la transparencia y la regulación son aspectos fundamentales para aprovechar al máximo los beneficios de la IA y garantizar su aplicación responsable en beneficio de todos.
Por Alejandro Francolini, Data & Ecommerce Director en Wunderman Argentina y Chile
