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La inversión extranjera en Argentina se mantuvo estable en el 2006

El flujo hacia Argentina de inversión extranjera directa (IED) se mantuvo estable en 2006 respecto a 2005, en 5.500 millones de dólares; mientras que la inversión argentina en el exterior trepó hasta los 2.000 millones, según el Informe sobre las Inversiones en el Mundo presentado este martes por la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD).

Asimismo, la IED global creció por tercer año consecutivo y se acercó en 2006 al nivel récord de 2000, con avance de 38 por ciento y un total de 1.306 billones de dólares, frente al récord de 1.411 billones en 2000.

Según el informe, América Latina registró un repunte de 11 por ciento hasta recibir 83.800 millones de dólares; sin embargo, si se excluye a los centros financieros extraterritoriales la cifra es de 70.000 millones de dólares, el mismo nivel que en 2005.

En ese contexto, se registraron flujos regionales que crecieron fuertemente, como el caso de Uruguay, 62 por ciento; Costa Rica, 71 por ciento; Perú y Paraguay, 33 por ciento; Brasil, 25 por ciento; y Chile, 14 por ciento.

En Argentina el ingreso de inversión extranjera directa se mantuvo relativamente estable en 2005, con una leve baja del 4 por ciento.

Con número negativos también se ubicaron con un retroceso del 40 por ciento de la IED en Colombia, 6 por ciento en México y una caída de indicadores positivos a negativos en Venezuela, por renegociación de concesiones en el sector petrolero y minero.

Los economistas Ricardo Rozemberg, de la Agencia Nacional de Desarrollo de Inversiones; Fernando Porta, de REDES; y Roberto Kozulj, de Fundación Bariloche, presentaron este martes el informe en la sede de las Naciones Unidas en la Capital Federal.

“En el caso de Argentina, es interesante mostrar que si uno netea los flujos globales de lo que fueron los flujos dirigidos a privatizaciones en la década del 90, Argentina no está por debajo de la década del 90”, remarcó Porta.

Argentina aparece en el puesto 83 del ránking en cuanto a performance de ingreso de IED entre 141 países del mundo como receptor de ingresos de capitales extranjeros y se encuentra en el puesto 64 en el ránking que evalúa el potencial.

El economista señaló que “la inversión extranjera está contribuyendo en mucha menor medida que antes a la Inversión Interna Bruta Fija (IBIF) justo cuando está en sus niveles más altos”.

“Las empresas internacionales no son las únicas que explican el proceso de inversión en estos países”, señaló.

“Es cierto que la economía argentina tiene una importante transnacionalización de su cúpula empresaria, pero el grado de transnacionalización de la economía argentina es más bajo que el de la chilena y de la australina y no está muy por encima de Brasil y México”, enfatizó.

En ese sentido, evaluó que “el dinamismo inversor puede estar alojado en otras fracciones empresariales, eso puede explicar una tasa de inversión particularmente alta en términos históricos y en materia extranjera no tanto”.

Además, indicó que “la salida controversial del régimen de convertibilidad, la deuda con el Club de París, son elementos de contexto que pueden estar frenando determinado tipo de inversiones; aunque el tipo de cambio las impulsa”.

“En la medida en que haya un encauzamiento con el Club de París, puede ser que haya nuevas inversiones más allá de lo macroeconómico”, proyectó Porta.

Por su parte, Rozemberg recordó que en 2001 hubo una “fuerte retracción económica y el comercio mundial decreció en términos absolutos y se desplomaron las inversiones internacionales”.

“El stock de IED en Argentina explica 27,5 por ciento del PIB; de las 500 principales empresas en Argentina, el 72 por ciento son extranjeras”, detalló.

“En el último trienio, la IED tuvo un crecimiento interesante de la mano de la recuperación de la economía en general y de la inversión bruta interna, que creció fuertemente en estos años y la IED recuperó parte del terreno que había perdido durante la crisis”, resumió Rozemberg.