Así lo afirmaron Fernando Balzarini, ex presidente de ARLOG y managing director de Miebach Consulting, y Alberto Anesini, director del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) en el Programa de Industria de Servicios y Ambiente, durante el 7º desayuno de actualización y capacitación organizado por la Asociación Argentina de Logística Empresaria en lo que va del año, el pasado 13 de octubre en el Sheraton Hotel de la ciudad de Buenos Aires.
La preocupación mundial por el medio ambiente y los recursos naturales está impulsando a los operadores logísticos a contemplar un conjunto de criterios y prácticas que optimizan el uso de la energía. Por eso, en el año de su vigésimo aniversario, ARLOG decidió abordar el tema de logística sustentable o “green logistics”.
Fernando Balzarini, managing director de Miebach, comentó que el mundo desarrollado piensa “green” en todos los aspectos de la vida cotidiana. Agregó que los talentos “verdes se comparan con las búsquedas de hace diez años en la industria de la informática e Internet”, lo que es impulsado por cuatro factores: las nuevas regulaciones, las nuevas inversiones, las nuevas tecnologías y los nuevos valores.
Según una encuesta realizada por Miebach, el transporte terrestre es la alternativa que presenta más oportunidades de mejoras (83 por ciento). Balzarini enumeró las razones por las que se debe implementar una estrategia de “Green Logistics”: para incrementar la competitividad, por los incentivos financieros, para anticiparse a futuras legislaciones y para mejorar la eficiencia en la cadena de abastecimiento. Agregó que “lo que ya es una realidad en los países centrales lo será en el mediano plazo en la Argentina”.
Al respecto, señaló que el mercado dispone de tecnología verde casi a los mismos precios que las comunes. Por ejemplo, diferentes empresas están ofreciendo autoelevadores con innovaciones técnicas que permiten un mayor ahorro de energía, logrando recuperar hasta un 27 por ciento de lo utilizado.
El calentamiento global, que se experimenta alrededor de todo el mundo, se debe principalmente a la emisión de los gases que producen el efecto invernadero. El dióxido de carbono es su principal responsable. Pero en la actualidad, varias empresas estudian su huella de carbono, en términos de emisión en los procesos de producción y distribución. De hecho, empresas que implementaron una estrategia de “Green Logistics” informaron reducciones de entre 20 y 30 por ciento en sus emisiones de carbono, el 90 por ciento en transporte y distribución.
En ese sentido, también indicó que, mediante la incorporación del transporte intermodal, se puede combinar la eficiencia del combustible cuando se utiliza el tren con las fortalezas logísticas del camión. De esta manera, se minimiza la cantidad de combustible requerido, se reduce la emisión de dióxido de carbono a la atmósfera y se reducen los costos asociados a la operación.
A modo de conclusión, expresó que la planificación y la eficiencia son “Green”. Y agregó que, en el corto y mediano plazo, se deben planificar mejor los inventarios, ya que su reducción significará menor necesidad de metros cuadrados de almacén, lo que se traduce en centros de distribución más pequeños. Además, indicó que se deben estudiar las redes de distribución, porque un camión mejor utilizado hace que necesite una menor cantidad.
A su turno, Alberto Anesini, director del INTI, propuso desarrollar y promover las tecnologías que permitan la producción distribuida y sustentable de la energía necesaria en cada comunidad, para mantener y expandir la calidad de vida actual, respetando el medio ambiente y la ecuación alimentaria.
De hecho, expresó que el INTI trabaja en seis fuentes de energía (eólica, solar, hidráulica, biogás, residuos sólidos y biocombustibles) y un vector (hidrógeno). “En todos los casos se busca entender las posibilidades de transferir al más breve lapso tecnologías a escala local, con una mirada que instale el tema para el mediano y largo plazo, de modo estable”, dijo.
En materia de biodiesel, informó que la Argentina es el quinto productor mundial, exporta. Y añadió que, desde el 1º de enero, se debe mezclar al 5 por ciento con los combustibles tradicionales en el mercado interno. “Hay capacidad instalada suficiente para proveer los 600 millones de litros anuales que se van a necesitar, en plantas que cumplen con las especificaciones de calidad”, completó.