Corren ríos de tinta sobre la importancia del Big Data, su relevancia para conocer al cliente, estudiar su comportamiento, detectar tendencias y, en base a toda esta información, poder ofrecer una experiencia personalizada al cliente.
Las recomendaciones e incluso aseveraciones sobre la necesidad de utilizar el Big Data, creando así grandes expectativas en torno a el impresionante mundo de los datos.
Sin embargo ¿realmente estas perspectivas se están cumpliendo? ¿las empresas han adoptado el Big Data? y, lo más importante ¿están obteniendo los resultados esperados?
Para aclarar estas cuestiones recurrimos a los datos de los informes aportados por Forrester. Según la encuesta realizada a 259 responsables de marketing, tanto de grandes como medianas empresas, solo el 9% de ellas tiene previsto implementar el Big Data dentro de su organización.
En cambio, en otro estudio realizado de forma paralela, entre una muestra de 452, sí se mostró una mayor predisposición a adoptar la tecnología en su empresa.
El potencial del Big Data es innegable. La tecnología permite registrar cada paso, cada petición, cada acción que realizan los usuarios. Información que, bien analizada, permite diseñar un mapa muy ajustado a la realidad.
El estudio de Forrester recoge ejemplos de cómo las empresas pueden diseñar acciones para conocer esta información en tiempo real, y las posibilidades de su aplicación. Entre ellos, destacamos las app móviles para los retailers, o las aplicaciones basadas en la geolocalización.
Fruto de este diseño y proyección de la realidad, podemos destacar cómo Amazon aspira a implementar el envío anticipado de sus productos, en base al análisis de las búsquedas y el comportamiento de los usuarios, registrado en un área geográfica determinada.
Otro mito cuestionable por el Big Data es el de si es capaz de mejorar efectivamente la experiencia del cliente. El estudio presentado este mes por McCann indica que el 52% de los consumidores siente que el proceso de compra en la actualidad es demasiado impersonal; centrado exclusivamente en algoritmos y datos de navegación. Un 57% mostró su preocupación por si esta situación de compra dirigida le impedirá conocer nuevas propuestas y descubrir otras opciones que pudieran resultarle más interesantes; y cuya existencia a priori desconocen.
De otra parte, existe otro punto que puede actuar en detrimento de la aplicación del Big Data, y es la creciente preocupación por la privacidad, por parte de los usuarios. El informe publicado en marzo por Forrester en colaboración con Silverpop indicaba que el 62% de los marketers evita aplicar los datos obtenidos a través del comportamiento online de sus clientes por temor a incumplir alguna norma relativa a la protección de la privacidad.
Así las cosas ¿conviene apostar por el Big Data? ¿realmente es es útil y tan recomendable como nos lo venden?