La vitamina C, también conocida como ácido ascórbico, es un alimento y un antioxidante que desempeña un papel importante en muchas funciones a través del cuerpo. Entre ellas: como antioxidante protege las células del cuerpo; por otra parte, se une al colesterol LDL oxidado cumpliendo así un rol de protección cardiovascular; además, estimula la función inmune, aumentando los niveles de interferones y células que colaboran en la respuesta inmune -respuesta protectora del cuerpo hacia virus y bacterias.
A pesar de esto, su principal función es colaborar en el paso de procolágeno a colágeno, paso fundamental para la producción de colágeno -indispensable en la composición de tendones y ligamentos. Tal es así, que el déficit de vitamina C se encuentra asociado a defectos en el tejido conectivo, especialmente en la reparación ósea. El ácido ascórbico colabora en la producción de colágeno y estabiliza dicha estructura. Es fundamental para tendones y ligamentos, ya que estas estructuras tienen que soportar la carga del peso corporal. El principal elemento que permite a los tendones y ligamentos poder realizar esta labor es el colágeno. Además, favorece al cartílago ya que está compuesto de colágeno, y esta vitamina favorece el crecimiento de colágeno de buena calidad. Es decir, la formación normal de colágeno permite la función normal de huesos, dientes, cartílagos, encías, piel y vasos sanguíneos.
Como la Vitamina C no puede ser sintetizada, debe ingerirse a través de los alimentos o de suplementos alimentarios. Esta vitamina es soluble en agua, y requiere consumirse todos los días para que tenga verdadero efecto.
Déficit de vitamina C
El déficit de Vitamina produce una alteración en el crecimiento óseo – 50% de disminución en la fuerza del hueso-, dolor en las articulaciones, dolor óseo y debilidad muscular, fatiga, mala o pobre respuesta a las infecciones.
Es más, muchos de los dolores crónicos se originan en ligamentos, articulaciones o tendones que han sufrido un proceso de debilitamiento. Esto lleva a producir una alteración en su funcionamiento, generando inestabilidad en la articulación, tendones y ligamentos, ocasionando dolor.
En 1988-1994, el 13% de la población de Estados Unidos presentaban déficit de Vitamina C, este porcentaje mejoró a un 7% en 2004 excepto en fumadores. La suplementación de 1 gramo de vitamina C diariamente es una buena recomendación para pacientes que no mejoran adecuadamente los dolores articulares y musculares.
La carencia de vitamina C a niveles patológicos produce escorbuto, cuyos síntomas son tumefacción, hemorragias en las encías y dolor articular entre otros.
Se puede incorporar esta vitamina en nuestra dieta a través de ciertos alimentos. En primer lugar los cítricos como la naranja, mandarina, limón, kiwi y fresas entre las frutas. Las verduras con alto contenido en vitamina C son el tomate, los pimientos rojos o verdes, brócoli, coliflor, perejil y espinaca.
Incidencia en la recuperación de tendones y ligamentos
Existen múltiples trabajos de investigación que sugieren la utilización de vitamina C como suplemento dietario para la recuperación de tendones y ligamentos. En la práctica médica diaria se utiliza preferentemente en aquellos pacientes que se encuentran realizando tratamientos regenerativos para lesiones de tendones, músculos, articulaciones o ligamentos. Los tratamientos regenerativos en los que se utiliza dextrosa (proloterapia) o plasma rico en plaquetas producen la reparación de los tejidos especialmente en tejidos conectivos conformados por colágeno (tendones y ligamentos). En la medida que, en los tejidos dañados como articulaciones, ligamentos o tendones, comienzan a actuar las sustancias atraídas por la inflamación, estas mismas estructuras empiezan a regenerarse volviendo a su estado de normalidad y con ello cesa progresivamente el dolor. Estos tratamientos se basan en la regeneración de las estructuras dañadas.
La vitamina C al mejorar la producción de colágeno es un importante aporte nutricional para reparar las lesiones en aquellos pacientes que presentan dolor de origen articular, tendinoso (manguito rotador, tendinopatías) o ligamentario.
Por tal motivo, si se presenta debilitamiento tendinoso o ligamentario, dolor y molestias, es importante consultar con el especialista que evaluará el aporte adecuado de vitaminas para la recuperación del paciente cuando encare el tratamiento correspondiente.