Un ajuste de las economías a nivel internacional podría incidir en una menor demanda de las materias primas nacionales, con un efecto negativo sobre el ritmo de crecimiento y una mayor exposición a los vaivenes externos
Según un análisis realizado por el economista Salvador Distéfano, director del Instituto de Investigaciones Económicas de Fundación Libertad, “si en el corto plazo el mundo económico supera las amenazas planteadas (inflación y probable burbuja financiera) y el precio de los productos primarios sigue creciendo, nuestro país está llamado a superar las dificultades actuales dado el viento de cola que recibirá del exterior, que le ayudará a superar los cuellos de botella”.
Por el contrario, “si el escenario internacional se vuelve menos benévolo, y el mundo asiste a un ajuste natural y normal luego de varios años de crecimiento, la Argentina se encontrará en un escenario en donde habrá perdido la oportunidad de sumarse al crecimiento mundial”, indica el experto.
En este segundo caso, prevé que la economía local “quedará expuesta ante los vaivenes de la coyuntura. En este contexto le será muy difícil superar los desafíos de corto plazo y estaremos ante la posibilidad de un nuevo y doloroso ajuste económico”.
Para la Fundación Libertad, aún “no se trabajó internamente en temas de coyuntura como productividad, innovación, educación, energía y tecnología que seduzcan a la inversión”.
A partir de 2001, “los países emergentes del sudeste asiático mostraron una muy fuerte recuperación económica, que hoy perdura. Dicha recuperación desató una demanda muy fuerte de productos primarios, llevando a la mayoría de las materias primas a valores record”.
Esta mejora de los precios de los commodities fue fundamental para la recuperación argentina.
“La suba de las materias primas y la fuerte liquidez instauraron dos problemas económicos en el mundo, que pueden ser el virus de la próxima crisis. El primero es la inflación y el segundo las burbujas financieras que se pueden producir dado el escenario de alta liquidez internacional”, resume el trabajo de Distéfano.
Por ello, no descarta que “el incremento de las reservas, emisión desmesurada de la moneda domestica, incremento del endeudamiento interno y tipo de cambio ficticiamente elevado llevará más tarde o más temprano a un ajuste de la economía”.