Creo que el lema “dos cabezas piensan mejor que una ” es verdaderamente cierto si difieren en sus opiniones. Asimismo, conformar un equipo diverso es más una necesidad que algo estratégico en esta época tan interesante en la que nos toca vivir.
En todo el mundo, las empresas han llegado a la conclusión de que cuanto más diversa es su fuerza laboral más representado está el perfil de sus clientes. Este formato propicia la construcción de más y mejores servicios, productos y soluciones. ¿Cuál es el resultado? Por supuesto, más ganancias. Pero en mayor medida, más respeto entre los clientes, competidores y otras partes involucradas, además de un espacio más positivo en los medios, lo cual, sin duda alguna, es un aporte al negocio. Se trata de un círculo virtuoso esencial que favorece la sustentabilidad de una empresa.
Cada vez más las empresas son un espacio existencial importante para sus empleados, porque las personas viven en un gran entorno laboral y establecen vínculos profesionales, además de los interpersonales e institucionales. Por ende, al estimular la diversidad y accionar en contra de la discriminación, la empresa fortalece el respeto mutuo y el reconocimiento de sus rasgos particulares. Asimismo crea un entorno que conduce a la creatividad y a la cooperación.
En consecuencia, los valores y el comportamiento de las empresas repercuten en la relación con los clientes, proveedores, y, lo que es aún más importante, en la comunidad. Las políticas de diversidad aumentan la competitividad, lo que permite a las empresas aprovechar todo el potencial generado por las diferencias positivas entre los empleados.
Según la encuesta “Perception of Consumers Brazilian Social Responsibility in Business” (Instituto Ethos), el tema adquirió gran importancia en el país. Para el 85% de los encuestados de once países, las empresas tienen plena responsabilidad a la hora de definir una política orientada a tratar a los empleados y postulantes de manera justa, independientemente del género, edad, raza, religión o preferencia sexual.
Entre muchas de las ventajas que se logran gracias a esta política, se puede incluir una menor rotación de empleados (mayor índice de satisfacción laboral, que genera mejores servicios) y más capacidad para satisfacer los cambios del mercado – algo cada vez más común en un mundo globalizado. ¿Alguna otra ventaja? Es más sencillo reconocer el talento. La diversidad le ofrece a las empresas una mayor capacidad para evaluar y reconocer los talentos y aprovechar las ideas de los empleados.
Por todo esto, y más, si su empresa aún no cuenta con equipos diversos, quizás haya llegado la hora de revisar este aspecto. Aproveche la ocasión de aprender y sumar las habilidades del otro para lograr objetivos comunes. Su empresa solo tendrá que triunfar.