Con la crisis, las pequeñas y medianas empresas se vuelven más eficientes, innovadoras y logran tomar fuerzas para, una vez recuperada la economía, salir a dar pelea.
La prolongada recesión tiene un lado positivo para la mayoría de las pequeñas empresas. Dos tercios de sus propietarios informan que encuentran formas de administrarlas con más eficiencia, según una medición permanente de la situación general de las pequeñas empresas patrocinada por Network Solutions® y el Centro para la Excelencia en el Servicio, de la Robert H. Smith School of Business, Universidad de Maryland.
El ánimo de estas compañías está mucho mejor que seis meses atrás. Y la mayoría de los responsables de estas empresas esperan una mejoría en la economía mundial en los próximos 12 meses. En enero de este año, era solo un porcentaje menor el que se sentía de este modo.
Pero, además, la crisis los llevó a fortalecer sus equipos internos.
Y algunos hasta se animaron a innovar y ofrecer nuevos servicios y productos para beneficio de sus clientes.
Así, los que toman medidas para volverse más eficientes en lo que hacen y mejoran su trabajo en equipo son los mismos que externamente se concentran en su base de clientes para introducir productos y servicios nuevos que beneficiarán a sus clientes. Estas son las empresas que florecerán cuando la economía se recupere.
Al igual que la mayoría de las personas, las pequeñas empresas y medianas empresas han realizado importantes reajustes en sus finanzas.
Al hacerlo demuestran una resiliencia y creatividad características. A pesar de que mucho de sus propietarios sufrieron una reducción en los ingresos de sus negocios, tanto su pasión como su optimismo se mantienen.
En definitiva, a pesar de haber sufrido varios efectos negativos como el difícil acceso al crédito y la baja en las ganancias. Las Pequeñas empresas han experimentado efectos positivos que los llevó a encontrar nuevas formas de operar con mayor eficiencia o fortalecer el equipo interno de trabajo.