Así refleja el estudio de Synquera, quien muestra que el 93% de los clientes frecuentan aquellas tiendas donde encuentras ofertas sobre aquellos productos que compran habitualmente.
Los clientes consideran un hecho positivo el que las marcas les envíen ofertas. Un 83% indica que suele comprar aquellos productos que la empresa tiene en oferta. Además, las ofertas incitan a los clientes a visitar el establecimiento. El 85% afirma que está más dispuesto a repetir la visita a una tienda, si sabe qué promociones se va a encontrar.
Las ofertas también fomentan la venta por impulso. 6 de cada 10 clientes realiza compras no planificadas, el 50% incluso se declara comprador compulsivo. El 89% de estos compradores compulsivos afirma que las ofertas y promociones son su debilidad. Concretamente las ofertas personalizadas recibidas en la propia tienda se consideran el impulso decisivo para este tipo de compradores. Un dato que también se reflejó en el estudio publicado el año anterior por The Integer Group, quien recogía que los mensajes en la propia tienda actuaban como aliciente en 2 de cada 3 compras por impulso.
El trabajo de Synquera también recoge la vía de comunicación preferida por los clientes a la hora de recibir las ofertas. El 69% se decanta por el correo electrónico, mientras que un 58% mencionó el correo tradicional o incluso las ofertas a la entrada de la propia tienda (46%).
Como se indicaba al principio, las ofertas no constituyen únicamente un incentivo puntual hacia la compra, sino que fomentan la fidelización de los clientes. Al respecto, los datos aportados por Mintel indican que un tercio de los encuestados se decide a formar parte de un programa de fidelización de los retailers dado que le permite el acceso a ofertas exclusivas y cupones de descuento. Aunque, todo sea dicho, los principales incentivos de estos programas de fidelización continúan siendo la posibilidad de obtener premios (55%) y de ganar dinero (51%).
El gran inconveniente de estas iniciativas por parte de las marcas, desde el punto de vista de los clientes, continúa siendo que las marcas solicitan gran cantidad de datos (13%), a la cual tienen dificultades para acceder (10%). El Informe anual sobre Fidelidad de Maritz Loyalty, publicado en septiembre indicaba que el 40% de los clientes considera que ha de facilitar demasiada información personal para poder acceder a estas promociones; un 44% se siente especialmente molesto cuando se trata de hablar de sus ingresos, o de su núcleo familiar; aportando datos como miembros de la familia, edad o profesión.
En resumen, los clientes buscan algún tipo de incentivo o motivación para comprar los productos de una marca. Si la experiencia es positiva, continuarán apostando por la misma, e incluso se implicarán a un mayor nivel, participando en un programa de fidelización. De las marcas depende el proporcionar esos estímulos y crear acciones que retengan a los clientes de su parte.