Las personas hacen lo que venUn estudio realizado a líderes sobre cómo han adquirido las habilidades de liderazgo arroja los siguientes resultados. Don natural – 10%, Resultado de una crisis – 5%, Influencia de otro líder – 85%. Sólo los líderes son capaces de desarrollar otros líderes. Un sargento escribía 35 años después de la guerra de Normandía a su comandante Dick Winters “Nunca olvidaré verte adelante a la mitad del camino hacia el objetivo. Te convertiste en toda mi inspiración. Y todos los que estaban conmigo sentían lo mismo”.
Winters siempre decía “Puede que no haya sido el mejor comandante de la guerra, pero siempre lo intenté”. Sencillamente las personas hacen lo que ven. Los líderes son visionarios pero también muy prácticos. Hanz Finzel escribe: “A los líderes se les paga por soñar. Entre más alto sea el liderazgo, más hay que analizar el futuro”. Al mismo tiempo, los líderes son lo suficientemente prácticos para saber que una visión sin acción no llega a ningún lado. Recuerde seguir estos tres puntos:
1. Los seguidores siempre estarán observando lo que Usted hace. Si los jefes llegan tarde, los empleados sienten que tienen el mismo privilegio. Si los jefes toman atajos, los empleados los tomarán. Las personas hacen lo que ven.
2. Es más fácil enseñar lo que es correcto que hacer lo que es correcto. Muchos son los que dicen: “Hagan lo que yo digo, no lo que yo hago”. Uno de los desafíos como líder es elevar su estilo de vida al nivel de sus enseñanzas. No hay nada más confuso que personas que dan un buen consejo pero dan un mal ejemplo. John Wooden solía decir a sus jugadores: “Muéstrame lo que puedes hacer; no me digas lo que sabes hacer”.
3. Debemos esforzarnos en cambiarnos a nosotros mismos antes de intentar mejorar a los demás. Los líderes son responsables de la actuación de su gente, pueden monitorear su progreso, actuar como agentes de cambio. Pero como líder, la primera persona a la que necesito dirigir es a mí mismo. El parámetro de excelencia debe ser más alto para mí que para los demás.
Lo mismo ocurre en la ejecución de la estrategia. No nos es extraño ver que los grandes procesos de transformación organizacional se caen si el líder no es un claro patrocinador de ese cambio. Pueden hacer la mejor implementación tecnológica, pero si luego el líder no hace uso de ésta, los equipos minimizarán la importancia de la misma. Se podrá implementar el mejor modelo de gestión, pero si el líder está mirando otro informe, se perderán los motivos para mantenerlo vivo. El regalo más valioso que un líder le puede dar a los demás es dar un buen ejemplo.