“El éxito o el fracaso está tan cerca o tan lejos como así lo decidas”. No es una cuestión de distancia sino una cuestión de liderazgo, porque es a partir de tu nivel de pensamiento y de tus decisiones lo que alcanzarás en materia de resultados.
¡El tope de tu eficiencia personal, tiene que ver directamente con el tamaño de tu liderazgo!
Es a través de su liderazgo, que su empresa logra la posición que tiene en el mercado. Se trata de seguir la visión correctamente y accionar día con día para asegurar que se cumpla.
Las noticias de la escalofriante crisis global, siguen corriendo por todo el mundo y con ellas una avalancha de temor e incertidumbre que desalienta y en muchos casos detiene por completo el avance de las operaciones al interior de las empresas y por ende, el incumplimiento de los planes de negocio.
Hoy día paradójicamente he visto distintas caras de la moneda en materia de resultados en la industria en general y que quiero comentarles: Por un lado, estoy viendo que hay empresas que están obteniendo resultados de incremento de sus ventas vs el año anterior, pero sin acercarse al Plan de Negocios que hicieron al inicio del año.
Por otro lado, veo que hay empresas que están por encima del año anterior en términos de un incremento de ventas y mejor aún, están sobrepasando el Plan Proyectado de su crecimiento.
Hay aquellas inclusive, que no están alcanzando siquiera resultados de crecimiento vs el año anterior, a pesar de que nuestro país está creciendo en el orden del 4%.
¿Cuál es la razón de que existan empresas que no alcanzan ni alcanzarán en éste año un buen desempeño, otras que alcanzan a superar lo realizado el año anterior pero sin alcanzar sus planes o presupuestos y otras más que superan con amplitud ambas variables? Sin duda el tope de eficiencia de sus líderes.
Así es, es el liderazgo que se despliega en la organización el que determina los resultados de una empresa. Es el liderazgo el que determina el valor que nos dan nuestros clientes en el mercado. El cierre de año, está a la vuelta de la esquina. El éxito o el fracaso, está determinado por el nivel de influencia de los líderes a lo largo y ancho de la organización. Es el nivel de sus decisiones el que afecta positiva o negativamente los resultados de su empresa, pero éstas decisiones sin duda, están determinadas por la forma en cómo controla sus emociones y pensamientos con respecto a todo lo que sucede en el entorno.
Si usted es de los que se paraliza frente a las crisis, entonces tire la toalla, porque no logrará conseguir más allá de lo que la vida la ofrezca. Si por el contrario usted es de los que ven en las crisis las más grandes oportunidades de diferenciarse, seguirá llevando la delantera.
¡Diferenciarse de sus competidores, no es una obligación, es un compromiso, una forma de vida, una cultura en la empresa!.
He observado, que el común denominador de las mejores empresas del mundo se centra precisamente en el liderazgo de su gente. Están orientadas a formar y a entrenar a sus futuros líderes, desde el momento en que pisan por primera vez sus instalaciones. Es así, como se aseguran de caminar más rápidamente de sus competidores y diferenciarse en la percepción de sus clientes.
Las Empresas de Alto desempeño, perseveran en su afán de desencadenar el potencial de su gente y en liberarlos de toda presión para que se concentren en pensar como nadie piensa, en hacer lo que nadie hace y en reconocer sus contribuciones como nadie lo hace.
Cuando los líderes en toda la organización, asumen su responsabilidad de generar resultados sobresalientes se da lugar a la formación de la Cultura de la Empresa. Todos asumen éste compromiso y se convierten fuente de inspiración para los demás. Ellos están dispuestos a ir más allá que cualquiera en el trabajo cotidiano con los clientes y ven en cada día, una oportunidad de mejorar lo realizado con ellos hasta el momento.
Se hacen responsables de crear frente a los clientes, un sin fin de experiencias inolvidables de servicio, se encargan de dar lo mejor de sí mismos en aras de fidelizar su relación con ellos, buscando alcanzar un rango muy alto de excelencia con ellos. Pero no todo el mundo es igual.
Los líderes que no están alcanzando su nivel óptimo de desempeño, y van incluso por debajo de lo realizado el año anterior, culpan a todo y a cuantos pueden, no son capaces de darse cuenta que el cambio que buscan no está en los demás sino en la forma en que ellos deben liderar a sus equipos. ¡Cuando se trata de culpar a otros, no lo dude, no vea donde no debe, la culpa será siempre de quien dirige!.
Las Empresas que se diferencian de sus competidores, corren por la autopista a gran velocidad, no se entretienen en buscar culpables de lo que no sale bien, ellas capitalizan los errores y aprenden de ellos, están en la búsqueda del aprendizaje, porque saben que es eso y sólo eso lo que les dará una ventaja competitiva sostenible en el futuro.
Han dejado de enfrascarse en el mar de justificaciones que ofrece la realidad actual, puesto que la noticia de la crisis global es una oportunidad excelente para justificar a los miembros de la “Alta Gerencia”, de que las cosas no están bien debido a los factores externos que rodean a su organización. ¡Basta de esas Estupideces!.
No se llega porque no se despliega el potencial de la gente, no se llega porque no se le permite poner a prueba la capacidad creativa a la organización completa. Decídase a soltar esas amarras y permita a los demás hacer su trabajo responsablemente.
Dedíquese en cuerpo y alma a inspirar y a enfocar a otros a alcanzar su más alto grado de eficiencia y por supuesto también, dedique una gran parte de su tiempo a reconocer el trabajo ¡bien hecho!. Premie el Alto Desempeño, enseñe a cada una de las personas que trabajan con usted, a diferenciarse de los demás también a través de alcanzar un desempeño superior. Atrévase a hacer lo que no ha hecho durante mucho tiempo, y esto es, liderar correctamente confiando en su gente.
El ultimo Cuatrimeste de 2012
Es el último empujón del año, le faltan solo 4 meses para nivelar sus resultados en caso que no los tenga consigo totalmente, todavía puede alcanzar su proyecto inicial. Para quienes van por encima de sus planes, es tiempo de continuar haciendo la diferencia para apalancar el año que viene con entusiasmo en el equipo. Un buen cierre de año, motiva al crecimiento, da la confianza de que se pueden hacer cosas mucho mayores.
Es la posibilidad de mantener en alto la moral de las personas y sumarlas a mayores retos y compromisos.
Mientras unos se detendrán por su escaso despliegue de liderazgo, usted tiene la oportunidad de sacar partido de las limitaciones de los demás.
Avance, no se detenga. Éste es el principio de la mejora continua, es aquí donde las Organizaciones de Alto Desempeño convierten en empresas de Continuo Aprendizaje y crean cultura de ganadores.
Sé que las condiciones seguirán como hasta ahora las vemos, quizá empeoren, pero eso que importa cuando se tiene la fortaleza de todo un equipo plenamente facultado para producir diferenciación en cada uno de los proceso de nuestro negocio.
Si usted se atreve a aprender de sus errores, y se decide a avanzar sin descanso, seguramente podrá hacer que su marca sea la que sobresalga obre las demás, porque estará soportada con todo lo necesario para quedarse en la mente de sus clientes, tanto en términos de calidad de producto, como en términos de la calidad de servicio que éste recibe por lo que usted le ofrece.
Es tiempo de tomar de nuevo el timón y marcar el rumbo de su organización, es tiempo de asegurarse de que toda la tripulación no haya perdido el sueño que usted tuvo a inicios de año y si eso sucedió, entonces es tiempo de volver a contárselo a todos para que lo vivan junto con usted.
Es tiempo de recobrar la conciencia, porque a mayor grado de ésta, mejores serán sus decisiones en el futuro, y sus mejores decisiones son sin duda las que crean los mejores resultados, nada más y nada menos, así que ¡manos a la obra!.
No se desanime, no pierda en deseo a crecer. Nuestro propósito en la vida tiene que ver con evolucionar y la Evolución solo se consigue si uno se mantiene cambiando constantemente. Si le podemos apoyar en éste proceso, será un honor, trabajar con usted para alcanzar sus objetivos.
“Deje de justificar sus malos resultados, apoyándose en la realidad del mundo actual y permita que súrjala diferenciación en su empresa, como producto de la liberación del potencial de su gente!.
¡El crecimiento se da a partir de cambiar en forma permanente y cuando se está dispuesto a abandonar la falsa creencia de que lo hemos hecho todo correctamente!
Este es el camino que recorren los líderes a diario.
Reflexiones finales:
“No se trata de tu dirección nada más, se trata de la dirección de todo el equipo cuando de resultados se trata”.
Deje de ser usted el único que decide. ¡Atrévase a poner a prueba el cerebro de su gente! y se llevará grata sorpresa.