Vivimos en un mundo en el que la información no solo es muchísima sino que además está por todas partes. Acceder a datos, artículos y recibir más y más impactos de contenido es cada vez más fácil, más sencillo y más, en cierto modo, agobiante. Los consumidores sienten, muchas veces, lo que se conoce como fatiga informativa (hay tanta información que quieren dejar de recibirla y se saturan rápidamente de un tema o contenido) e incluso llegan a sentir agobio y frustración ante un exceso de contenidos que no podrán procesar. Se ven sepultados por la oferta.
Además, el hecho de que cada vez haya más pantallas y que a través de ellas se esté accediendo a nuevas fuentes de información ha logrado también que los consumidores no solo accedan a muchísima más información sino que, en el camino, dejen atrás la información que ya estaban recibiendo. Las nuevas fuentes están anulando el impacto de las viejas.
Todo ello tiene un impacto directo sobre el trabajo y la actividad de las marcas y sus acciones para llegar a los consumidores. Por ejemplo, el impacto del móvil está siendo brutal a la hora de hacer que el consumidor vea ciertos contenidos. ¿Está matando el móvil a la publicidad tradicional y en especial a los anuncios que se muestran en exteriores? Si las calles comerciales están perdiendo importancia en los últimos años por culpa de, entre otras cosas, los dispositivos móviles, lo mismo se podría decir de la publicidad. Ya no vemos los anuncios de la calle porque estamos pegados al móvil. Solo hay que pensar en cuál es el anuncio que se muestra en la parada de autobús más cercana a nuestra casa. Lo más probable es que cueste recordarlo. Las marcas tienen que esforzarse mucho más que nunca y optar por acciones cada vez más sorprendentes si quieren llegar a los consumidores.
Pero lo cierto es que el efecto de este exceso de información no solo se nota ahí. En realidad, se nota en todas partes y las marcas tienen que trabajar para posicionarse en prácticamente todos los escenarios. Tienen que ser capaces de conseguir llamar la atención en medio de un contexto en el que cada vez tienen que competir con más cosas y lo tienen mucho más complicado. ¿Cómo lograrlo? Un análisis de eConsultancy apunta por tres vías que pueden ayudar a conseguirlo.
Personalización y más personalización
Lo cierto es que este punto suele aparecer en prácticamente todos los análisis sobre prácticamente cualquier cosa que implique tener que llegar al consumidor en los tiempos modernos. ¿Cómo conseguir conectar con ellos en este momento? La clave está en personalizar. ¿Por qué? Una de las maneras de sobresalir en medio de esta avalancha de contenidos y de información que parece llegar desde prácticamente cualquier lugar es la de ofrecer a los consumidores no cualquier cosa más, sino aquello que realmente quieren recibir, algo que está pensado directamente para ellos.
En el análisis, recomiendan emplear la automatización para lograrlo. Es decir, emplear herramientas que hagan que cuando el usuario acceda a los sites y servicios online de la marca reciba una oferta pensada directamente para ellos y no simplemente lo mismo que hace todo el mundo. Es lo que hacen Netflix o Amazon con sus páginas de inicio, que están construidas a medida de lo que el consumidor compra y a medida de lo que le interesa.
Hay que cambiar el uso de las búsquedas
A medida que hay más y más información, los consumidores también están cambiando el modo en el que acceden a ella a través de las herramientas más tradicionales de descubrimiento de información. ¿Qué supone esto? Esto implica que incluso en elementos más recurrentes y hasta se podría decir tradicionales del universo de las búsquedas, las marcas tienen que ajustarse a nuevos escenarios y, sobre todo, aprender a sacar partido de los cambios que los comportamientos de los usuarios están generando. Así, por ejemplo, los nuevos paradigmas de búsquedas están generando nuevas oportunidades para las marcas, que si las aprovechan (especialmente antes de que todo el mundo entre en ese terreno) pueden aportar interesantes réditos.
Uno de esos nuevos formatos de búsqueda son las búsquedas de voz, que han ido creciendo de forma notable en los últimos tiempos (Según Google y Microsoft, una de cada cuatro búsquedas móviles son ya búsquedas de voz). El hecho de que cada vez aparezcan más productos que funcionan como asistentes hace que sea posible prever que estas búsquedas irán en aumento en el futuro inmediato, lo que implica que las marcas tendrán que ser capaces de posicionarse mejor en ese terreno. Indexarse para ello es diferente al SEO tradicional.
Por otro lado, las marcas no deben perder de vista el impacto que tendrán los bots y la inteligencia artificial.
No todo son grandes influencers: también están los microinfluencers
Por otro lado, otras de las grandes herramientas que se han empleado en los últimos tiempos para conectar con los consumidores han sido los influencers, que se han convertido en un elemento de especial valor y especialmente buscado. Los influencers permiten llegar al consumidor de un modo que las marcas ya no estaban consiguiendo. Pero, en esta carrera por los influencers, las marcas no deben olvidar otra cuestión: no deben cegarse con los grandes números de seguidores, sino más bien deben buscar a quienes realmente conecten con sus consumidores potenciales. Solo ellos lograrán llamar la atención del consumidor.
Y ahí es donde entra el microinfluencer, que no tiene millones de seguidores, pero que logra una relación mucho más directa con sus seguidores y que suele conseguir unos mejores ratios de engagement.
Fuente: Puro Marketing