Has visto una oferta de trabajo que te llama la atención. O simplemente tienes interés en trabajar para una empresa que te gusta y te motiva como posible empleo. Bien, antes de ponerte en contacto, debes saber una serie de premisas necesarias para que todo salga lo mejor posible.
1. Historia de la compañía/empresa/negocio
Empápate de la historia que hay detrás de la empresa a la que quieres postular: cómo y cuando nació, quién es su CEO, su director, ha sufrido cambios a lo largo de los años, ha cambiado de nombre, de ubicación, se ha extendido… todo.
2. Información de su estado actual
¿Es una empresa rentable? ¿Tiene proyección? ¿Va a crecer en el medio o largo plazo? A veces no es posible encontrar todos estos datos, pero si rebuscas un poco puede que encuentres ciertas pinceladas que te sean realmente útiles.
3. ¿Encajas en su cultura empresarial?
Eso no es del todo difícil de averiguar, así que investiga acerca de cómo es la cultura de la empresa. También cómo es su modo de trabajar, si tienen horarios fijos, si son flexibles, si podrías encajar en un proyecto freelance… Así podrás ser tú el que proponga.
4. Piensa qué podrías aportar distinto a los demás
Una vez conozcas todo lo anterior y tengas un perfil establecido de la empresa, puedes pensar qué es lo que puedes ofrecer tú que no pueda ofrecer el resto. Busca cuáles son tus mejores cualidades y cómo pueden encajar.
5. Por último, debes conocer la mejor forma de establecer contacto
Vale, llega el momento. ¿Lo harás por email? ¿De forma presencial? ¿Por teléfono? Sea como sea (y esto depende de la empresa) tienes que venderte de la mejor forma posible. Destaca tus aptitudes pero sobre todo da cuenta de tu actitud.