La publicidad es un entorno vivo, en el que las cosas evolucionan y cambian y en el que los consumidores responden de forma diferente a los estímulos según el momento, el lugar o la época. Los anunciantes tienen que estar siempre reinventándose y deben esforzarse por lograr encajar ante los cambios que el mercado impone. Las marcas tienen que ser capaces de comprender por dónde tiran los vientos cada vez y adaptar sus estrategias de marketing a esas nuevas y cambiantes necesidades.
¿Qué cambios se están produciendo ahora mismo que marcarán las estrategias de marketing de las marcas hoy y mañana?
Lo cierto es que las compañías se están enfrentando a diferentes cambios y en diferentes niveles en su relación con los consumidores, modificaciones que tendrán que aplicar a su estrategia para ser capaces de adaptarse a los nuevos tiempos y no perder posiciones dominantes. Forbes ha realizado un análisis de la situación, que permite extraer 5 lecciones sobre qué está cambiando en el mundo de la estrategia de marca.
Los responsables de marketing tienen cada vez más poder
Pocos dudan el poder que el marketing, que el buen posicionamiento de la marca y de los productos, tiene a la hora de llegar a los consumidores y lograr, por tanto, buenos resultados de negocio. El trabajo de los responsables de marketing, del CMO, es por tanto crucial en una empresa y es la garantía de que se van a lograr buenos resultados.
Sin embargo, y a pesar de esta importancia creciente, los responsables de marketing no solían tener una posición destacada en el organigrama de la empresa. Es decir, entre los que toman las decisiones el jefe de marketing era una figura secundaria. La situación está sin embargo cambiando. Las ejecutivas de las empresas están empezando a escuchar mucho más y de forma más específica a los responsables de marketing y, de este modo, sus opiniones están teniendo cada vez más valor a la hora de trazar el rumbo de la firma.
No hay que crear una guerra entre los datos y la creatividad
A lo largo de los últimos tiempos muchos han sido los análisis que han enfrentado a los datos y al trabajo científico contra la creación y el trabajo creativo. ¿Se necesita ser creativo en el mundo del big data? ¿Para qué sirven las ideas cuando se puede medir de forma completamente efectiva lo que se va a hacer y tomando datos científicos como punto de partida?
Como apuntan en Forbes, sin embargo, el campo de batalla no está ya en la lucha entre el científico y el poeta. Las grandes historias no se consiguen siguiendo las recomendaciones de uno o de otro, sino fusionando lo que ambos están diciendo. Las firmas deben aprovechar el caudal de datos que ahora poseen para conocer mucho mejor al consumidor, pero no deben acercarse a él solo con los datos en la mano. Tienen que usar diferentes armas: tienen que unir lo creativo y lo científico para crear un mensaje convergente y decididamente poderoso.
El contenido es rey (de verdad)
A lo largo de los últimos tiempos se han repetido los análisis que apuntaban que el contenido era el rey y que para llegar a los consumidores hay que apostar por él. Lo cierto es que estos estudios siguen siendo relevantes y seguirán siéndolo en el futuro. Los consumidores realmene quieren contenidos y esperan que las marcas se los ofrezcan. Claro que, como apuntan en las conclusiones, no todo contenido vale: los consumidores quieren contenidos de valor añadido y las marcas tienen que seguir apostando por sus estrategias de content marketing.
Las marcas son vulnerables y tienen que serlo
Las marcas no tienen que saber entrar en la conversación y comportarse cadas vez más como un amigo, como una persona, sino que tienen que tener valores que las hagan cada vez más humanas. Y ser humano significa no ser infalible, tener defectos y tener debilidades. De forma bastante sorprendente, los usuarios ahora esperan que las marcas sean vulnerables o, como apuntan en el estudio, las vulnerabilidades de las marcas las han convertido en algo que llega al corazón, que toca las emociones del consumidor. Primero, las marcas tuvieron que convertirse en transparentes. Ahora deben asumir que pueden sufrir.
La publicidad ya no es publicidad: es add-vertising
El juego de palabras es difícil de traducir. El advertising se ha convertido en add-vertising. La publicidad ya no es solo publicidad, es algo que aporta otra cosa. Los anuncios no solo deben generar emociones, ahora también tienen que crear valor para el día a día del consumidor. Así, por ejemplo, las campañas que se convierten en realmente virales y que llegan al corazón de los consumidores son aquellas que tienen algo más, que aportan algo a la sociedad.