El CEO de American Express, Juan Ortí Ochoa de Ocáriz, ha querido hablar de la importancia de las experiencias en un mundo como el actual, en el que el tiempo se ha convertido en el recurso principal
Los consumidores quieren comprar experiencias, no productosJuan Ortí Ochoa de Ocáriz, CEO de American Express, ha querido hablar de la evolución digital y la importancia de las experiencias en el Hoy es Marketing organizado por ESIC y celebrado este 18 de abril en Madrid, con su ponencia “Digital Evolution: fron belonging to backing”.
“Nuestra misión es ofrecer la mejor experiencia del mundo“, señala. “Nos ha llevado decenas de años desarrollar la revolución industrial, por lo que es normal que con la digitalización nos veamos sobrepasados”. El CEO de American Express pone de ejemplo la evolución exponencial de Intel y sus procesadores. “Lo últimos microprocesadores son miles de veces más potentes que los primeros. Esto en el mundo físico no es posible. Esto nos desconcierta, porque la mente humana no está pensada para pensar en exponencial, sino para pensar en lineal”.
Todo ello genera una sensación de urgencia que se apodera de algunos profesionales de la industria, ya que no saben si el siguiente paso es el que lo va a cambiar todo. Por ejemplo, la industria de los SMS generaba millones, pero fue desplazada en poco tiempo por la mensajería instantánea, del mismo modo que los videoclubs fueron desplazados por las compañías de vídeo bajo demanda. “Estas compañías lo han revolucionado todo a pesar de no tener nada propio. Son plataformas tecnológicas que han transformado sus productos en servicios”.
Juan Ortí Ochoa de Ocáriz señala que estas compañías están produciendo una “plataformización”. “Construyen comunidades basadas en relaciones de confianza, generando un efecto red. A más miembros, más capacidad, valor y atractivo tiene esa red. Nosotros también estamos en esta dinámica”.
La pregunta entonces es: ¿por qué valen tanto compañías como Netflix o Amazon? “Dicen que el dato es el petróleo del siglo XXI. Los teléfonos móviles generan datos de forma permanente y la tecnología capaz de ordenarlos y entenderlos ya está ahí. Las compañías que pueden gestionar esto tienen un gran valor. Pueden personalizar sus ofertas y, además, tener una gran inteligencia de mercado que les permite saber lo que está ocurriendo”. Esto es lo que genera su enorme valor y capitalización bursátil.
Pero, ¿qué ocurre con la sensibilidad que, cada vez más, existe en torno a los datos personales? “Tenemos que empezar a ser compañías B2C, del cliente al negocio”. Las fronteras entre lo global y lo local se desdibujan, los consumidores están más conectados y su recurso más valioso es el tiempo. “Como consecuencia de esto, ya no compramos productos o servicios. Compramos experiencias. Y nuestra visión es, precisamente por eso, generar estas experiencias y ser esenciales para la vida digital del cliente”.
Fuente: Marketing Directo