La base de la pirámide restringe el consumo de la canasta de alimentos, bebidas, cuidado personal y cuidado del hogar en un 5% comparado contra un año atrás siendo estos los hogares más vulnerables dentro de la pirámide social.
“Menos de la mitad de ellos poseen empleo de tiempo completo y su acceso a servicios es limitado. 1 de cada 2 pesos que ingresan a su familia se destinan a consumo básico”, ejemplificó Fernando Comendeiro, Account Manager de Kantar Worldpanel ante unas 190 personas en el marco de la primera presentación anual de Consumer Connection.
La base de la pirámide abandonó categorías, principalmente lácteos, como el queso o yogur; resignó consumo, especialmente en bebidas, un rubro que cuenta con reemplazos económicos, e incluso gratuito: el agua de grifo; y mostró un tímido retorno hacia el almacén tradicional, focalizándose en compras chicas y cuidadas.
Cabe destacar que durante el último año hubo productos cuyos lanzamientos fueron bien recibidos por los consumidores, incluso en la base de la pirámide, por ejemplo, las lavandinas en gel y las nuevas marcas de jabón para la ropa líquido. Esto demuestra que “aun en un contexto más difícil, las marcas que generan innovaciones interesantes pueden tener buenos resultados”, según se desprende del análisis que realiza Kantar Worldpanel y que hoy se presentó ante clientes de la industria de consumo masivo.
“Hacia adelante el foco de las marcas tendrá que estar puesto en repensar su estrategia de marketing, para acompañar de cerca las reacciones de cada segmento de consumidores. Después de todo, si bien los primeros afectados por el contexto ya resignaron compras, también reasignaron su presupuesto hacia propuestas que consideraron atractivas”, explica Comendeiro.