Políticos como Michael Bloomberg echan mano del marketing de influencers para conectar con los votantes más jóvenes a través de esta vía tan popular para las marcas.
El marketing de influencers se ha tornado una poderosa vía para que las marcas que buscan conectar con los consumidores más jóvenes a través de las redes sociales, canales a los que destinan gran parte de su tiempo y que cada vez adquieren más protagonismo en el proceso de compra.
En 2020, año de elecciones presidenciales en Estados Unidos, se espera que el número de votantes jóvenes alcance un máximo histórico, por lo que la idea de que los políticos también aprovechen esta baza marketera no parece muy descabellada.
Según el informe “State of the Student” de 2019 de Chegg al que hace referencia eMarketer, el 80% de los estudiantes universitarios de Estados Unidos tienen la intención de votar en 2020. Una cifra significativamente más alta que la de 2016, que fue del 48,3%, según datos de The National Study of Learning, Voting and Engagement (NSLVE) y Tufts University.
De hecho, hace unos días, conocíamos que el ex alcalde de la ciudad de Nueva York y candidato del partido demócrata, Michael Bloomberg, apostaba por los influencers para crear memes virales que dieran impulso a su campaña electoral y extendieran sus “tentáculos” a los jóvenes votantes.
Lo cierto es que las generaciones más jóvenes confían en los influencers y toman en cuenta sus recomendaciones a la hora de tomar decisiones de compra. En este sentido, según datos de septiembre de 2019 de GlobalWebIndex, el 22% de los usuarios de internet de la Generación Z y el 20% de los millennials en Estados Unidos y Reino Unido habían realizado una compra inspirada en una publicación de un influencer o celebrity de las redes sociales en el último mes.
Cabe destacar, además, que los influencers son una solución más que atractiva para los políticos, que luchan por esquivar las nuevas reglas que limitan la propaganda política online.
No obstante, una encuesta de CivicScience de febrero de 2020, reveló que solo el 14% de los usuarios adultos de EE.UU. apoyan las campañas políticas que utilizan el marketing de influencers en las redes sociales. Más de la mitad (53%) se opuso y un tercio de los encuestados se mostraron indecisos. Habrá que esperar unos meses para conocer si esta estrategia finalmente “cala” entre la población más joven.
Maria Sipka, cofundadora y vicepresidenta ejecutiva de estrategia de marca en la plataforma de marketing de influencers Linqia, señala que la clave está en que las asociaciones de los políticos e influencers solo se permitan si no hay dinero de por medio. Es decir, si son “genuinas y auténticas”.
Fuente: Marketing Directo