Lo que hasta hace un año atrás era tendencia, hoy pasó de moda para ser reemplazado por las relaciones personales cercanas y de camaradería. Prácticamente a ningún integrante de la generación Y le atraen, como modelo de employer branding, los juegos como metegoles, golfitos, mesa de pool o hamacas en la oficina. Los comportamientos de esta generación cambian de manera vertiginosa y lo que fue, rápidamente dejo de tener interés.
Los nuevos diseños que plantea el siglo XXI como tendencia en la planificación de los espacios de trabajo, abiertos y colaborativos, crearon nuevas modalidades de relacionamiento, y este es el eje hoy en las empresas.
El cambio de layout impuso el fin de las oficinas cerradas e impulsó que directores, jefes y colaboradores estén juntos, se escuchen y silencien, para compartir sin molestar. De este modo, la modalidad de liderazgo cambia y el jefe se convierte en uno más, marcando el ritmo y la ejecución del trabajo, por sus capacidades y habilidades blandas, y no por la distancia y el “ser inalcanzable”. Es respetado por su saber, sus emociones y su estar cerca e involucrado en la cotidianidad de sus colaboradores.
Este comportamiento genera que la modalidad de happy-hour se convierta en un hecho. Basta con transitar la calle Reconquista, a las 7pm, para comprender la nueva realidad de las oficinas. Empleados y jefes comparten el after office en un clima de igualdad y camaradería.
Esta nueva realidad, impulsada por el cambio de diseño de los lugares de trabajo, claramente va de la mano con el aumento de la productividad. Ya mucho se ha hablado de la integración de la vida personal y laboral de la generación Y, y este parece ser uno de los más importantes resultados. Las marcas existen y necesitan ser sostenidas por su clima de trabajo. Esto es lo que hoy prioriza la generación Y. Espacios abiertos, iluminados, confortables, bien conectados y con políticas de recursos humanos flexibles y adecuadas a las nuevas necesidades. Y recordar que lo lúdico está en los smartphones; esos son sus recreos.
El modo de trabajar ha cambiado y son los que no pertenecemos a ese team los que tenemos que hacer algo para adaptarnos a la nueva vida.