Una de las claves por las que se rige el éxito de una campaña de marketing es adelantarse al comportamiento de los consumidores, conociendo cómo van a actuar en un momento dado. Es por ello que saber acerca del funcionamiento de nuestro cerebro ayuda a las empresas y a los anunciantes a mejorar sus resultados de negocio, pues gracias a esta información se vaticinan las respuestas de los usuarios ante una campaña de marketing dada.
Ello se debe a que nuestra mente, aunque compleja y desconocida en su gran mayoría, nos revela algunas claves en torno a cómo reaccionamos, nos expresamos y mostramos ante un estímulo dado. De ahí que las empresas puedan deducir cómo va a responder un consumidor ante las campañas de marketing que promocionan sus productos y servicios.
A continuación analizamos cuatro factores clave que toda marca debe tener en cuenta en lo que respecta al funcionamiento de la mente humana y cómo el marketing que apliquen puede beneficiarse de ellas: la velocidad de procesamiento de la información, el potencial de las imágenes, el recuerdo de los rostros y la sensibilidad ante los colores. Los resultados son francamente sorprendentes.
A vueltas con la amígdala cerebral
Todos tenemos una pequeña parte en nuestro cerebro de carácter primitivo. Esta sección se denomina amígdala cerebral y es fundamental porque controla las reacciones y emociones más viscerales de los seres humanos. De hecho, esta parte del cerebro funciona de una manera mucho más rápida al resto de este órgano. Así, los seres humanos tenemos reacciones viscerales cada tres segundos o menos, las cuales procesan la información cinco veces más rápido que la zona consciente de nuestro cerebro. Sin embargo, las impresiones que dejan en nosotros la amígdala cerebral son mucho más duraderas que las del pensamiento tradicional.
Es por ello que toda campaña de marketing que desee ser efectiva debe trabajar para fomentar esta parte de nuestro cerebro. Así, como sostienen desde MarketingProfs, una herramienta muy eficaz en este sentido es el email marketing, a partir del cual se puede entender el pensamiento emocional. Para ello, nada mejor que utilizar aquellas palabras que generan un mayor nivel de emoción en los consumidores, que les hagan actuar con carácter urgente e incluso, que les generen un nivel bajo de ansiedad.
La importancia de las imágenes
Nuestro cerebro funciona a partir de imágenes. En este sentido, la creencia generalizada de que el pensamiento únicamente se basa en las necesidades de sexo, peligro o comida no está muy desorientada a cómo realmente funcionamos. Y es que las imágenes son mucho más fáciles de digerir que los textos, motivo por el que las empresas deben apostar por ellas.
De hecho, procesamos las imágenes a una velocidad 60.000 veces mayor que los textos y el 90% de los datos que poseemos en nuestro cerebro son de carácter visual. En la misma línea, es subrayable que comprendamos y recordemos mejor las imágenes con texto a aquella información que solo contiene texto.
En este sentido, las marcas que quieran beneficiarse de esta tendencia de nuestro cerebro deben ser conscientes de la importancia de desarrollar sus campañas como si fueran escaneos de las imágenes que van a retener los consumidores. De ahí que todos los contenidos, desde el email marketing hasta las acciones en redes sociales, deben pasar por la implantación de imágenes.
Mejor imágenes con rostros
También es particular la forma en que actúa nuestro cerebro, ya que los seres humanos somos capaces de identificar antes las reacciones con la sola expresión de un rostro. De hecho, el fomento de esta habilidad se desarrolla prácticamente desde el nacimiento y a medida que los bebés crecen esta forma de reaccionar se multiplica, siendo con ella susceptible ante las amenazas pero también ante los estímulos positivos.
De ahí que desde Marketing Profs recomienden a la hora de hacer una campaña de marketing basarse en la utilización de rostros humanos que generen empatía en la audiencia, a través de la expresión y facciones de la cara, para que estas llamen la atención positivamente.
Atentos a los colores
Por último, la psicología del color tiene un grado de incidencia importante en nuestro cerebro, ya que actuamos de una determinada manera u otra en función de los colores que se nos muestre. De hecho, muchas investigaciones indican que entre el 60 y el 90% de nuestros sentimientos están influidos por los colores.
Así, es por todos nosotros conocido que el azul genera confianza, el rojo pasión y el amarillo ansiedad. Sabiendo estas reacciones se puede anticipar cómo va a responder la audiencia y los consumidores ante un determinado estímulo. De ahí que el diseño y desarrollo de las campañas de marketing partan de esta diferenciación a través de los colores y los tonos de cada uno de ellos.