Las profecías mayas, Nostradamus, y cualquier otra predicción parecida no son nada con lo que puede representarle a una empresa el no estar preparada ante el “móvil calentamiento”.
La tasa de penetración de los smartphone sigue creciendo sin parar. En España, a mediados de 2012 se situaba en el 42,6%, con una subida de 17.5 puntos sobre el 2010. Unos meses después, la cifra era ya del 56%, como ya comentábamos hace tan solo unos meses. En EE.UU la penetración se encuentra ya en el 76% de la población. Prácticamente todos llevamos ya en el bolsillo uno. Y en apenas 4 años, el “móvil calentamiento” tendrá como efecto no la subida del mar, sino que el tráfico de internet móvil crezca un 2.600%.
“No es esa subida catastrófica lo de que debe preocuparnos sino las oportunidades perdidas de llegar a nuevos clientes y de poder estar conectados”, comentan desde WompMobile.
Doctor, ¿hay cura para mi mal? Bueno, parece que se impone cierto fatalismo. No parece haber límite a la expansión inevitable de esta enfermedad. Sólo podemos trabajar para evitar que los daños sean inevitables, como favorecer que nuestros clientes, frustrados, nos abandonen ante una mala o una inexistente experiencia móvil.
Y si hay dudas o parece demasiado milenarista el aviso, algunos datos:
• El 88% de las búsquedas sobre ocio o restauración, tienen lugar en un dispositivo móvil.
• Las búsquedas a través de los dispositivos móviles se incrementaron, sólo en los EE.UU. en un 400% en el año pasado.
• Hay más de 6 millardos de teléfonos móviles activos en todo el orbe.
• Una mala experiencia móvil puede suponer una “invitación” a irse a más del 40% de nuestros clientes.
Sin embargo, la realidad nos demuestra que no pocos empresas parecen tener problemas a la hora de entender la experiencia móvil del cliente, y los consumidores no están dispuestos a callarse y están más que dispuestos a decirles lo que piensan ante una mala experiencia.
De acuerdo con una encuesta llevada a cabo Harris Interactive por encargo de SOASTA, cerca de 9 de cada norteamericanos asocian sentimientos negativos con marcas que tienen una experiencia móvil pobre. En general, se sienten molestos (75%), frustrados (69%), algunos expresan desconfianza (19%), rabia (13%) e incluso desprecio (12%) hacia la marca.
Cómo ya hemos visto en ocasiones anteriores, una pobre experiencia móvil puede acabar haciendo que el cliente se cambie a la competencia o que prefiera seguir comprando en su tienda física de siempre, perdiendo la oportunidad de lograr atraerle hacia nuestra página online. Según SOASTA, cuando una página tarda mucho en cargarse, su reacción típica en que en un 28% se dirigirá hacia la página de un competidor (un 32% en el caso de los varones), y un 18% no volverá a nuestra página durante mucho tiempo,
Mientras que las empresas tienden a obsesionarse en construir la experiencia móvil alrededor de la navegación y del tamaño de la pantalla, los consumidores en este último estudio afirman que los elementos más importantes para una página móvil o una aplicación, deben incluir:
• Que funcione siempre que se la necesite (72%);
• Que sea rápida y no haga perder el tiempo (65%);
• Que funcione como se espera de ella (62%);
• Qué no se interrumpa (53%).
Es obvio que los consumidores quieren disponer de una experiencias móviles eficientes, y que no les fallen, más allá de las preocupaciones globales que las empresas puedan tener en consideración.