En un artículo anterior, presentábamos el célebre “enfoque capacidades” de Amartya Sen y su impacto en el debate sobre desarrollo económico.
Así, observábamos que Sen propone evaluar el desarrollo, no a través del tradicional indicador del PBI per cápita, sino mediante las capacidades de la gente de realizar las tareas valiosas que ha decidido llevar a cabo en su vida.
No obstante, Sen siempre se ha resistido a ofrecer una lista concreta de las capacidades básicas porque considera que esta tarea debe recaer sobre cada comunidad de acuerdo con sus fines específicos.
En otras palabras, no sería posible establecer un listado universalmente válido de capacidades porque existen profundas diferencias entre los fines considerados valiosos por las distintas comunidades.
Martha Nussbaum (profesora de la Universidad de Chicago y representante también del enfoque capacidades) no concuerda, en este punto, con la posición de su maestro.
Así, ella ofrece un listado provisorio con las capacidades básicas que deberían ser aseguradas a cada persona en virtud de su dignidad humana.
1) Vida
Toda persona debería ser capaz de llevar una vida de una duración normal.
2) Salud corporal
Tener adecuadas condiciones de salud, alimentación y vivienda.
3) Integridad corporal
Gozar de libertad de movimientos y seguridad.
4) Sentidos, imaginación y pensamiento
Recibir una educación que permita desarrollar estas capacidades y un ambiente de libertad para manifestar gustos y creencias.
5) Emociones
Capacidad de amar, de estar agradecido en las diversas formas de asociación humana.
6) Razón práctica
Ser capaz de formular una concepción del bien y un plan de vida.
7) Afiliación
Capacidad de vivir con otros, de establecer relaciones sociales, de ser respetado y no discriminado.
8) Otras especies
Ser capaz de respetar a los animales, las plantas y demás especies del mundo natural.
9) Juego
Ser capaz de jugar y reír.
10) Control sobre el propio ambiente
Gozar de oportunidades de participación política, derechos de propiedad y del trabajo
Ahora bien, estos principios son relevantes en la estructuración de un orden global que fomente condiciones de vida dignas para todas las personas sobre la Tierra.
Así, Nussbaum enuncia otros diez principios que, desde su postura, deberían estructurar las relaciones económicas internacionales.
1) Aunque todos los países sean responsables del desarrollo de las capacidades de todos los hombres, el primer interesado en su gente (aunque suponga una sobreprotección) ha de ser el propio país.
2) Se ha de respetar la soberanía nacional, y persuadir acerca de la promoción de las capacidades por medios pacíficos.
3) Las naciones prósperas tienen la responsabilidad de ayudar a las pobres con una proporción sustancial de su PBI.
4) Las organizaciones multinacionales tienen la responsabilidad de promover las capacidades humanas en las todas las regiones donde operan.
5) Las estructuras principales del orden económico global deben ser justas con los países pobres y en desarrollo.
6) Es necesario desarrollar una esfera pública global mínima y descentralizada (pero fuerte).
7) Todas las instituciones (y la mayoría de los individuos) deben focalizarse en los problemas de los desaventajados en cada nación y región.
8) La comunidad mundial ha de poner énfasis en el cuidado de los enfermos, los mayores y los niños.
9) La familia debe ser tratada como una esfera preciosa pero no privada cuando es negligente.
10) Todas las instituciones y los individuos tienen la responsabilidad de apoyar la educación como la clave del empowerment de las personas actualmente desaventajadas.
En definitiva, estos principios no son los diez mandamientos. Incluso, pudieran parecer una utopía. Pero son un buen punto de partida de una discusión necesaria para construir un mundo donde todos los seres humanos gocen de las capacidades para una vida digna.