Definimos “motivación” como el impulso que busca satisfacción mediante la realización de alguna actividad, la concreción de una tarea o la recompensa por haber cumplido un objetivo. ¿Qué y quién moviliza este impulso? Por ejemplo, en un momento en el que hay una puja por aumentos salariales… ¿Cuánto impacta el incremento de sueldos en la motivación de una persona en el ámbito de esa organización?
En primer lugar, habrá que analizar si el dinero adicional que se abonará constituye un factor higiénico para la persona o el grupo en cuestión. Por “factor higiénico” entendemos a aquella variable que no impulsa la motivación si está presente, pero que sí apalanca la desmotivación cuando no lo está. En este contexto es inevitable reflexionar respecto de las características del grupo (o del individuo) destinatario del beneficio: su ubicación en la organización, su perfil, las características de su tarea o su nivel de autonomía, entre otros factores.
En este sentido, no es posible pensar que la cuestión de la motivación se soluciona con un simple aumento salarial en cualquier contexto. Por supuesto que en algunos casos, especialmente en aquellos de fuerte inequidad interna, el incremento de haberes es necesario y hasta prioritario. Pero desde la visión de la motivación, “necesario” no siempre es sinónimo es suficiente. La mayoría de las veces, la falta de aumento constituye la gota que colma el vaso para tomar la decisión de dejar la organización o de cambiar hacia otra con mejores perspectivas. En otras ocasiones, la alza de sueldos como herramienta de retención solo funciona como un crédito de confianza de corto plazo, que no sólo no logra mejorar la motivación, sino que, además, puede llegar a tapar los verdaderos problemas:
– La necesidad y la búsqueda de sentido en la realización de la tarea.
– El proyecto organizacional y la medida en que es congruente con el personal.
– El pertenecer a un equipo con una visión compartida que constituya un propósito significativo a nivel personal para cada individuo.
El uso de “motivación” como sinónimo de “incrementar la cantidad de dinero que se entrega” está perimido desde hace mucho tiempo. El desafío es encontrar los verdaderos elementos que lleven a una mayor satisfacción del equipo de trabajo y que, en simultáneo, produzca un impacto positivo en la organización.