La masificación de la banda ancha y los servicios de tercera generación impulsarán las inversiones de las empresas de telecomunicaciones en redes que permitan a los consumidores navegar más rápido, intercambiar información y llegar a la tan promocionada televisión sobre protocolo de Internet (IP).
“Esto es lo que pasará en lo que resta del año y en 2008. Lo vemos en las demandas de los clientes”, dijo Víctor Agnellini, presidente para América latina y el Caribe de la recién fusionada Alcatel-Lucent, empresa fabricante de equipos de telecomunicaciones. “Las compañías necesitan ampliar su capacidad tanto en redes ADSL como en fibra óptica y en la transmisión de datos por GSM -agregó-. Es una consecuencia de la masificación de los servicios, y basta señalar que las telefónicas tienen la intención de duplicar su capacidad en menos de dos años.”
Agnellini es el único argentino que permaneció en un alto puesto ejecutivo después de la fusión de Alcatel y Lucent, en 2006, que consolidó una compañía con una facturación de 1200 millones de euros al año. Según señaló, la unión está avanzada en un 85% y dejó a 600 personas fuera del equipo regional, hoy conformado por 3500 personas (en la Argentina son 300). La integración causó una parálisis dentro de la compañía, que “ya fue superada y se refleja en un aumento del 30% en las órdenes de compra”.
El ejecutivo estuvo de paso en Buenos Aires y dialogó con LA NACION sobre el crecimiento y los planes de la empresa, las inversiones de sus clientes, la incipiente discusión sobre la imposición de límites a la Red y la gran apuesta a la televisión sobre IP.
“Estamos creciendo un 20% este año por la inversión de los operadores de telecomunicaciones, que están ampliando sus redes de acceso y transporte. Otras empresas, como YPF o los subtes, también necesitan más capacidad y demandan servicios. Notamos una buena proyección de inversiones para 2008, especialmente en tecnología Wi-Max (inalámbrica). Todos los operadores están haciendo pruebas”, señaló Agnellini.
-¿Qué otras tecnologías despiertan interés?
-La televisión sobre IP, que, si bien por un asunto regulatorio aún no se desarrolló en la Argentina, ya está avanzando fuertemente en la región. Todos están interesados, y para desarrollarla se necesitan velocidades superiores a los 10 megas, por lo cual las inversiones son imparables. También están las pruebas de Wi-Max y la inversión en las redes celulares GSM, que se convirtió en una tecnología imbatible. En el país es incipiente el desarrollo de las redes de tercera generación sobre esta tecnología, pero el año que viene estallará. Los celulares tienen que ser capaces de mover datos en forma rápida. Son muchos desafíos para los operadores.
-¿Por qué?
-Los proveedores son los que están haciendo los grandes desembolsos y luego los que desarrollan los contenidos, o los mismos usuarios utilizan todo y no pagan. En Estados Unidos, ahora se empieza a discutir el tema de limitar el ancho de banda. Hay empresas que colocan millones y, por ejemplo, después un usuario descarga cientos de películas a cero costo. Alguien tiene que pagar por todo lo que se está haciendo.
-¿Para ustedes hay un negocio en esa discusión?
-Claro. Hay un negocio en administrar la calidad del servicio y detectar el movimiento en tiempo real del traspaso de la información. Nosotros tenemos tecnología para ejecutar esas cosas.