McDonald’s y DDB Praga venden las bondades del servicio McDelivery de la mano de platos, sartenes y cubiertos que, convenientemente colocados, simulan ser los productos de la famosa cadena de comida rápida.
Cuando tomamos la decisión de pedir comida a domicilio, lo hacemos espoleados por múltiples razones. A veces no tenemos comida en casa, estamos demasiado cansados como para ponernos a cocinar o simplemente no disponemos de tiempo (que se nos escurre lamentablemente entre los dedos).
No obstante, muy a menudo nos decantamos por la comida a domicilio única y exclusivamente porque acogotados por la pereza no nos apetece meternos entre fogones para después tener que fregar los platos (que nos provoca casi más desgana que el mero acto de cocinar).
Aunque algunos (los menos) contemplan el lavado de platos como una actividad relajante y hasta de naturaleza meditativa, la mayoría simple y llanamente la aborrece.
McDonald’s parece ser consciente de la insoportable apatía que provoca a algunos el acto de lavar los platos (y las sartenes, las cacerolas y los cubiertos) y por eso ha convertido esa apatía en el hilo conductor de una nueva campaña alumbrada en colaboración con la agencia DDB Praga.
En la campaña varias sartenes y platos apilados simulan ser un sabroso Big Mac, boles y cubiertos se disfrazan de las famosas patatas fritas de McDonald’s y un exprimidor acompañado de unas cuantas servilletas se transforma en un Sundae bañado en salsa de fresa.
La campaña, que lleva por lema “Skip the dishes” y vende las bondades del servicio McDelivery de McDonald’s de una manera muy llamativa en el plano visual, da francamente ganas dejar los platos en el fregadero para más tarde (o quizás indefinidamente) y zamparse antes un suculento menú de la cadena de los arcos amarillos.
Fuente: Marketing Directo