McLaren se encargará a partir de ahora de desarrollar el software del monoplaza y Honda se encargará de la parte mecánica y electrónica del motor. Ese es el nuevo plan para acelerar el desarrollo del motor japonés. De esa forma, ambas corporaciones trabajarán de forma eficiente repartiéndose el trabajo para que la potencia del MP4-30 sea destapada cuanto antes.
A pesar del negativismo por lo visto en los tests de pretemporada, en McLaren están muy contentos con los visto hasta el momento y en Honda también, lo único que les disgusta es la fiabilidad y es en lo que más están trabajando. Por supuesto no dejarán atrás el rendimiento, que nunca es suficiente cuando se trata de competir.
El MGU-K, lo que antes se denominaba KERS, es el que más quebraderos de cabeza ha traído a la escudería británica. Al final optaron por integrar piezas de la unidad KERS desarrollada por McLaren en temporadas previas y así dar más tiempo a Honda para que mejorase los problemas de la pieza que fallaba.
Pero al McLaren MP4-30 solo hay que pulirlo, se trata de un gran coche con muchas posibilidades. Incluso Eric Boullier lo ha confesado “El paquete es mejor de lo que parece” y Jenson Button ha subrayado que tiene una “excelente manejabilidad”. Solo falta encajar todas las piezas del puzzle para que todo marche como es debido.
Honda parece haber cumplido con los CV prometidos en su motor y los rumores de que es un mal motor se empiezan a diluir. Un miembro de McLaren ha declarado al diario alemán Auto Motor und Sport que “Los caballos que nos prometió Honda están ahí”. Todos esperamos pacientes verlo en acción.