El crecimiento en el número de alianzas que se vienen realizando en los últimos años es verdaderamente significativo. Si analizamos detenidamente las empresas más grandes de Fortune, el número de transacciones que se pueden describir como alianzas estratégicas viene creciendo a un ritmo del 25% anual, y si se analizan las regiones emergentes como Asia y Latinoamérica, el resultado es que las alianzas son el principal camino utilizado por las grandes empresas internacionales para acceder a esos mercados.
Y sí, creo que podemos afirmar que las alianzas estratégicas son una de las maneras más efectivas de expandir un negocio y llegar a otros nichos de mercado. A su vez, generalmente las alianzas traen consigo mayor innovación, uso de nuevas tecnologías, y nuevos talentos y especialidades que contribuyen y agregan valor al negocio.
Pero para iniciar el proceso de establecer una alianza, se debe, antes que nada, identificar la necesidad del negocio y qué valor se desea generar. La necesidad de uno es generalmente la oportunidad de negocio para el otro y al combinarse se produce la sinergia buscada. Generar una nueva visión de negocio nos abre puertas a nuevas oportunidades.
Una de las mayores ventajas de las alianzas empresariales es que se puede, por ejemplo, llegar a un país desconocido de la mano de una empresa local que conoce el mercado, lo que agiliza el proceso de expansión con mayor efectividad, rapidez y seguridad. Además, podemos beneficiarnos de una transferencia de información y expertise entre las empresas que sin lugar a duda mejoran las ventajas competitivas.
Y por supuesto, no podemos dejar de mencionar entre las ventajas más grandes se encuentra el aumento en la capacidad de inversión de capital, el dificultar la entrada a nuevos competidores al constituirse una empresa aún más sólida, y el potenciamiento de la propuesta de valor a nivel humano y de producto.
También es importante estar consciente de las desventajas de las alianzas y no dar por seguro que las mismas serán siempre exitosas. A veces, una de las partes de la alianza estratégica puede dejar de ver el objetivo común y se crea un ambiente de desconfianza. También se pueden producir cambios de opinión o actitud que pueden dar lugar a desacuerdos de las dos partes. Una alianza estratégica debe tener como principal ingrediente absoluta transparencia.
En nuestra industria, las alianzas estratégicas con socios locales han tenido un rol muy importante en el desarrollo de nuestro negocio y posicionamiento en America Latina, y, sobre todo, en nuestra lucha diaria por promover la democratización de los servicios financieros. Gracias a alianzas con instituciones financieras como Itaú, Banamex, Bancolombia, Multicaja Chile, Pay-Me Peru, Prex Uruguay, t Pago Republica Dominicana, Nubi Argentina, y Kipo Costa Rica entre otros, hemos podido satisfacer las necesidades de diferentes mercados, logrando servirles de mejor manera y mejorar sus transacciones.
Las finanzas son una industria increíblemente enfocada en la tecnología y la misma nos ha dado las herramientas para transformar la manera en la que pensamos sobre servicios financieros. Nuestra alianza con estas instituciones nos ha ayudado a complementar nuestra oferta de productos, para brindar mejores soluciones.
Debo concluir diciendo que las alianzas se han manifestado en los últimos tiempos como un componente importante de estrategias y planes empresariales. Algunas empresas han utilizado las alianzas como respuesta a las presiones impuestas por la globalización, el rápido avance de la tecnología, y la gran competencia internacional.
Ante todo, considero importante que las empresas, en cualquier rubro, busquen socios que compartan los mismos valores y nivel de compromiso con sus clientes y empleados, pues las diferencias técnicas pueden resolverse, pero contar con los mismos principios éticos es la llave de un matrimonio empresarial victorioso.