En Mercedes-Benz la diversidad es la fuerza madre para las ideas, la innovación y el trabajo. Logra hacer más exitosos los negocios y desempeña un papel clave en la promoción de la integración y la cohesión en la sociedad. Mercedes-Benz a nivel global fue una de las primeras compañías en la industria automotriz en poner foco en la diversidad. No solo gestionar la diversidad, sino que continuamente realiza esfuerzos para crear diversidad dentro de la empresa.
En Argentina, la historia de Edgardo Pezzettoni, quien posee Síndrome de Down, dejó su huella. Se retiró luego de trabajar más de 20 años atendiendo el comedor del Centro Industrial de Mercedes-Benz. A los 51 años, decidió retirarse a descansar y a continuar con las actividades que diariamente llenan su vida y lo hacen feliz. Y, si bien él es independiente y vive solo desde hace muchos años, esto nunca hubiera sido posible sin el gran apoyo que recibió por parte de su familia (de su madre y su hermana Georgina) y de Mercedes-Benz Argentina. En su último día de trabajo, fue homenajeado y despedido por sus compañeros, por el director de Planta Marc Sperling y el presidente Roland Zey, entre otras autoridades.
Edgardo trabajó para la automotriz a través de las diversas empresas a las que les fueron asignando la concesión del comedor del Centro Industrial Juan Manuel Fangio de Virrey del Pino en Virrey del Pino, La Matanza, donde Mercedes-Benz produce vehículos comerciales. Durante todos los años que Edgardo realizó tareas en el comedor madrugó para tomar el colectivo que lo trasladaba hasta la fábrica y usó el mismo medio de transporte para volver a su casa en Belgrano. Era una hora y media de ida y el mismo tiempo para la vuelta. Su horario era de 7 a 16.30 hs. Esto fue un gran desafío para él y lo superó con creces. Él siempre cumplió con esa rutina con gran esfuerzo, mucho gusto y entusiasmo. No faltaba nunca, solamente cuando se enfermaba.
Edgardo nunca quiso ser tratado de manera diferente. Y todo su entorno así se lo respetó. Él era un miembro más del “team”. Siempre tuvo un potencial que aplicaba perfectamente para la realización de las tareas asignadas.
En su legado deja el recuerdo a todos de su alegría y pasión en su trabajo. Cumplió con su rutina al pie de la letra con el entusiasmo del primer día. Más allá de sus capacidades para realizar la tarea, lo que valieron sobre todo fueron sus grandes ganas. Logró el reconocimiento de sus compañeros sembrando una atmósfera de buen servicio con el adicional de los chistes que siempre Edgardo contaba a los empleados.
“En Mercedes-Benz, no solo construimos los mejores autos, también creamos grandes grupos humanos. Edgardo es una excelente persona y es un gran ejemplo para cada uno de los empleados de Mercedes-Benz; su entusiasmo demostrado desde su primer día de trabajo ha dejado su legado en la empresa”, expresó Gustavo Castagnino, director de Relaciones Institucionales de Mercedes-Benz Argentina.
Ahora en su retiro, contento de terminar una etapa, disfruta aún más de su club de toda la vida, de jugar pelota-paleta, nadar en la pileta, concurrir al gimnasio, asistir a clases de teatro y guitarra.