Todos sabemos lo que es sentirse desmotivado. No sentamos y miramos la lista de “tareas pendientes”, y nada nos inspira. Es tan solo una lista de tareas que desearíamos no tener que hacer. El simple hecho de empezar pareciera requerir una cantidad imposible de esfuerzo.
Y sin embargo, no siempre nos sentimos así. También sabemos lo que es sentirse motivado. Hay veces que no podemos esperar para empezar a hacer algo – un viaje muy anticipado, un gran proyecto en el que hace rato queríamos participar, un curso nuevo para asistir, algún trabajo que será satisfactorio cuando lo terminemos.
Entonces, ¿cómo podemos asegurarnos de estar motivados, sin importar la tarea?
Los psicólogos distinguen dos formas de motivación: intrínseca y extrínseca. Los efectos de ambas se sienten igual (exitación, estar ansiosos de “empezar”), pero los dos tipos de motivación surgen de lugares muy diferentes.
La motivación intrínseca
La motivación intrínseca proviene del interior, de uno mismo. Es la clase de motivación que aparece cuando hacemos algo que disfrutamos; cuando la tarea en si misma es la recompensa. Piensen en algo que aman hacer – quizás los videojuegos, tocar la guitarra, cocinar, pintar… cualquier actividad que disfruten. Nunca lo retrasan o evitan hacer, ¿no? Hasta parece tonto si quiera preguntarlo – ¡Por supuesto que no! ¡De hecho, lo más probable es que dejen de hacer otras tareas para poder disfrutar estas!
Una buena manera de armar nuestra lista de tareas pendientes para que sea más fácil de cumplir es agregar la mayor cantidad de cosas que amamos hacer. A veces pueden ser difíciles, o sintamos algo de resistencia por empezar – pero una vez que comencemos, nos resultará divertido.
En algunos casos, esto puede resultar en tener que repensar nuestra carrera o estilo de vida. Si nuestra vida consiste de una serie de actividades molestas o poco atractivas, ¿cómo llegamos a esa situación? ¿Qué podemos hacer para cambiarlo?
Cuando estamos haciendo algo que nos genera motivación intrínseca, vamos a encontrar que:
* es bastante facil mantener la concentración.
* deseamos hacerlo bien porque la tarea se merece el mejor esfuerzo.
* lo haríamos más allá de obtener dinero o una recompensa de cualquier tipo.
La motivación intrínseca es una fuerza poderosa – y también depende de nuestro estado de ánimo; cuando nos sentimos alegres y positivos es más probable que disfrutemos las tareas que cuando nos sentimos tristes.
Por otro lado, también existen algunas tareas no hay forma de que disfrutemos hacerlas. Ahí es cuando aparece la motivación extrínseca.
La motivación extrínseca
La motivación extrínseca proviene de exterior. Es el tipo de motivación que nos lleva a hacer algo que no queremos mucho… porque sabemos que al final habrá una recompensa. Piensen en las cosas de su vida que hacen para lograr una meta en particular: quizás estudian mucho en la universidad no porque les guste estudiar, sino porque quieren obtener un título. O quizás trabajan en algún trabajo aburrido porque quieren la paga. Es probable que limpien su casa a diario porque probablemente quieran vivir en un lugar placentero – y no porque les guste limpiar en si mismo.
A veces las personas piensan que la motivación extrínseca es superficial o vacia – pero puede ser una fuerza muy poderosa. Las mayoría de las cosas difíciles se vuelven más tolerables cuando tenemos algo que obtener al final.
Con la motivación extrínseca encontraremos que:
* nos resulta más dificil concentrarnos – vamos a estar tentados a retrasar la tarea.
* queremos completar la tarea con un grado de calidad suficiente para obtener la recompensa, pero no nos importa que sea perfecta o alcance la excelencia.
* vamos a estar mucho más negados a hacerla si no hay recompensa.
La motivación extrínseca es más facil de crear que la motivación intrínseca. Si tenemos una lista de tareas pendientes, que no nos interesan en lo más mínimo, ¿podemos encontrar alguna motivación extrínseca? Podría ser:
* prometernos alguna recompensa al final (una galletita, un nuevo DVD, o alguna otra cosa “para mi”).
* enfocarnos en la meta y no en el proceso – el resultado terminado.
* encontrar alguna forma de que la tarea terminada nos brinde reconocimiento público (es más facil decirlo que hacerlo – podría ser unirnos a alguna organización que se enfoque en esa área en particular).
¿Qué funciona para vos? ¿La mayoría de tus actividades son de motivación intrínseca o extrínseca?