No sólo en tiempos de crisis el personal de una empresa se desmotiva.
Sí, es cierto que durante las dificultades económicas coyunturales esto puede suceder con más frecuencia e intensidad, pero eso no significa que solo en estos periodos nos acordemos de hacer trabajos de motivación dentro de una empresa. En todo momento, mantener al equipo de trabajo estimulado es clave.
¿Qué hacer? No existe una fórmula mágica, pero quizás el primer paso es tranquilizar a la gente y no generarles ansiedad. Por ejemplo, algo que parece simple pero que muchas empresas no lo aplican es generar un ámbito laboral tranquilo.
Otro punto importante es fomentar el compromiso con la tarea de cada uno de los empleados. Para esto, es fundamental ser claros en los objetivos que tenemos como empresa y transparentes a la hora de pasar la información. Es importante que toda la empresa conozca qué perspectivas tenemos del futuro, a qué se enfrenta la compañía.
Porque además de transmitir tranquilidad, se debe transmitir previsibilidad. Esto se logra por distintas vías: informando claramente cuál es el escenario que vemos y, frente a eso, salir adelante. ¿Cómo? generando nuevas ideas, nuevas propuestas, con una política de expansión en el mercado nacional e internacional.
Es decir, si el trabajo no abunda como en otros tiempos es importante generar nuevas tareas para que no decaigan los ánimos. Se pueden impulsar estudios internos o asuntos que en la rutina del día a día quedan relegados por falta de tiempo.
Por ejemplo, Certificar ISO 9000 es un proceso que lleva mucho tiempo y esfuerzo y que, probablemente, en periodos donde el trabajo nos tapa es imposible hacerlo. La idea es buscar tareas que se vienen postergando por falta de tiempo y que, a futuro, nos van a dar beneficios. Porque es claro que ese certificado va a posicionar mucho mejor a la empresa.
Las claves son simples: hay que hablar con el personal, ser transparente a la hora de dar la información y sincerarse pero sin dramatizar. Porque consideramos que esta es una crisis importante, pero también hay adiciones que no aportan a la construcción y generan mucho temor y parálisis. Y por nuestra filosofía sabemos que lo peor es paralizarnos.