Cuando la marca de los aros desveló completamente la nueva generación de su Audi R8, muchos nos preguntamos si la gama mecánica se quedaría reducida al único motor presentado, el V10 de 5,2 litros atmosférico. Pese a que este corazón puede desarrollar dos potencias, 540 CV en la versión “básica” y 610 CV en la Plus, ¿no habría nada más? ¿Podíamos esperar un sustituto del jubilado V8? Los últimos informes afirman que sí, recurriendo a un motor sobrealimentado de, atentos, cinco cilindros.
Aunque aquí no se queda la cosa. La misma fuente afirma que podríamos encontrarnos con ese mismo motor debajo de la piel del mismísimo Lamborghini Huracán. Recordemos que el toro salvaje monta igualmente un V10 de 5,2 litros que produce el mismo caballaje que la versión Plus de su primo el R8, 610 caballos de potencia. Entonces ahí lanzo la pregunta… ¿se han vuelto locos? ¿De verdad está planteándose el Grupo Volkswagen utilizar esta mecánica en ambos deportivos?
En el caso del Audi R8, el V8 dijo adiós para no volver. La marca fue tajante en este tema, la demanda del motor de ocho cilindros era demasiado baja, por lo que se verían obligados a prescindir de esta alternativa en la nueva generación del modelo. Con esta afirmación, cerrábamos la puerta al V8 dejándola abierta a la posible llegada de una opción sobrealimentada. Pero lo que no podríamos imaginarnos que el candidato se bastara de cinco cilindros.
Aunque de qué nos sorprendemos. La tendencia del downsizing no tiene fronteras. Ni si quiera se han salvado de ella los deportivos de pura cepa. Hablamos, entre otros, de los nuevos Ford Mustang y Chevrolet Camaro, los cuales ofertan en su gama motores de cuatro cilindros. El primero de ellos, con su 2,3 litros Ecoboost de 313 caballos de potencia. Y el segundo, con el recién presentado 2,0 litros turbo de 279 CV.
¿Podría ocurrir entonces? Al parecer el supuesto motor de cinco cilindros y 2,5 litros que utilizarían tanto el Audi R8 como el Lamborghini Huracán sería el que hemos visto instalado en el Audi TT clubsport turbo, el prototipo de los 600 caballos de potencia presentado en Wörthersee que utiliza un sistema biturbo eléctrico llamado e-turbo. Y es que la potencia desarrollada no es nada despreciable y sería perfectamente apta para ambos deportivos.
Los tiempos han cambiado. Las legislaciones aprietan cada día con más fuerza. El gobierno chino, por ejemplo, es severo con los motores de gran cilindrada, aplicando impuestos importantes. Un hecho, entre otros muchos, que motiva a las compañías a aplicar el famoso downsizing en sus modelos, sea cual sea. El problema es que poco a poco nos quedaremos sin la esencia de aquellos deportivos de antaño que tantas sonrisas provocaban. Los nuevos también corren, sí, pero el espíritu, no es el mismo.
