Recientemente profundizábamos en el mercado potencial que son los niños para las marcas – alrededor de 20.000 mil millones – y de cómo esos niños por los medios y la vista de anuncios acaba estableciendo las preferencias sobre distintas marcas a la temprana edad de los 5 años. Hablamos de cómo las empresas y organizaciones buscan fidelizar a los más pequeños de la casa y todo lo que les representa para la economía, e incluso vimos cómo las marcas eran recordadas por una niña de 5 años sólo con el logo.
La organizaciones cada vez usan más técnicas para fidelizar y llegar a más público, y con la evolución de las nuevas tecnologías y de los sentidos se impulsan para crear nuevos marcadores en la mente de los consumidores que les atraigan, les fidelicen, les creen gusto para que su marca se posicione lo mejor posible en la mente del consumidor.
El objetivo de las organizaciones es difundir los productos e imágenes de su marca lo antes posible y a la más tierna edad, ya que de esa manera consiguen un reconocimiento temprano de la marca, pero no sólo eso, si no que aquellos niños que recuerden el slogan concreto de la marca serán propensos a consumir en un futuro dicha marca. Un ejemplo de esto son los juegos gratuitos que se ofertan en muchas cajas de cereales. Ese juego gratuito lo que hace es crear un vínculo con los pequeños, convirtiendo el juego en un contenido viral y sorteando muchas barreras impuestas en la publicidad sobre anuncios a menores.
Hay todo tipo de empresas que usan estas prácticas, desde Mcdonals con sus clásicos Happy Meals donde con un juguete de Bob Esponja captan la atención del niño, pasando por Apple, Shell, el cual ha firmado una cuerdo con Lego donde aparezca su marca en los productos de Lego, hasta Porche, donde en un anuncio se observa como un niño acude al concesionario para decir que le reserve ese coche en 20 años volverá.
En el siguiente vídeo podemos ver un experimento con los logos de las marcas. En este caso el padre le enseñó a su hija de 5 años logos con los que ella no estaba familiarizada, le enseñó cada logo durante y la pequeña debía de recordar el logo y dibujarlo, quedando así plasmado que logos son más fáciles de recordar para los más pequeños de la casa.
Estas son sólo algunas de las prácticas que usan las empresas pero es que van mas allá, con la aparición de los estudios de neuromarketing y de la influencia de los colores, los logos, los sonidos, y el cómo asociamos las marcas a un zona de dependencia, las empresas han empezado a potenciar en cada uno de sus productos algo llamado Sensory Branding y a aplicarlo a los adultos y a los más pequeños.
¿Qué es el Sensory Branding?
El Sensory Branding es una forma de marketing en la que se usan los sentidos para llegar al consumidor, desde música, olores, colores, sonidos etc,… Resulta que estudios han identificado que los sentidos auditivos y olfativos, influyen mucho más en nuestra decisión de compra que los colores, la forma, el tacto etc,… Los recuerdos de nuestra infancia son lo suficiente fuertes como para resistir el daño cerebral, y existen instituciones que se encargan de hacer que sus pacientes recuperen recuerdos y memoria a través de olores desbloqueando y haciendo resurgir esos momentos. Entonces si podemos usar los olores para curar y hacer recuperar recuerdos a las personas ¿porque no para que recuerden mi marca o producto?
Tal vez sea por eso que al entrar en un supermercado las panaderías están nada más entrar y el olor a pan recién hecho nos golpeé en nuestra nariz, tal vez sea por eso que Mcdonals tiene creado un olor específico de barbacoa que esparce por todo su local y que mientras entras pensando en que te comprarás una ensalada hueles esa deliciosa olor a hamburguesa a la barbacoa y acabes comprándote un menú completo.
Si hacemos referencia al sentido auditivo hemos de ser conscientes de que los sonidos se escuchan desde el vientre materno. Por lo que niños antes de nacer ya pueden estar escuchando sus primeras canciones, sus primeros slogans, ocurriendo que las madres pasen la predilección de gustos musicales a sus hijos. Ahora si pensamos en la cantidad de música asociada a ciertas marcas da la impresión que puede crearnos una predilección por la compra antes de nacer. En definitiva marcas que se convierten parte de la familia
Pero no solo el sonido ejerce ese efecto. La madre al estar comunicada directamente con el feto le marca preferencias sobre el sabor. Por lo que si una madre le gusta comer sano el hijo tendrá más posibilidades de que prefiera la comida saludable, al igual ocurrirá lo mismo con la comida basura.
¡Cuántas posibilidades ofrece el Sensory Branding! Por ahora no somos conscientes de todo lo que nuestros sentidos captan, y tal vez sean ellos los que por un recuerdo, por una sensación ya pasada hayan tomado la decisión de compra. Es por eso que influenciando, emitiendo esos olores, sonidos y sabores a los más pequeños desde ahora se puedan crear marcadores mentales para que sus gustos queden predefinidos y beneficien a nuestra marca. Todo cosa del poder de los sentidos, todo cosa del Sensory Branding.