Al margen de otras variables importantes, no saber contar historias es el principal error para vender. El Storytelling es la principal vía para generar emociones positivas y, por tanto, más probabilidades de venta, ya que los seres humanos somos personas emocionales con capacidad para razonar y no al revés. Tomamos decisiones emocionalmente y luego las justificamos con razones.
Historias para crear tu marca, historias para comunicarte interpersonalmente, historias de venta para los potenciales clientes sobre lo que podrían experimentar, historias para mantenerse juntos en el tiempo, etc. El mundo se mueve por historias. Nos permiten recordar, emocionar, motivar, soñar, etc. Muchos negocios o profesionales con potencial sólo necesitan hacer pequeños ajustes que marcan la diferencia para lograr lo que quieren. La diferencia está en los pequeños detalles. El Branding es lo que eres y el Marketing lo que transmites. Y eso hay que cuidarlo al máximo.
A las personas no les interesan los productos o servicios, sino las experiencias o beneficios que obtienen tras ellos. No te quieren por lo que tú haces, sino por lo que ellos obtienen. Los productos o servicios son sólo puentes entre lo que les falta y lo que quieren experimentar.
Por ejemplo, Disney no vende películas de cine, sino sueños infantiles. O Apple no vende tecnología, sino que vende el desafío constante al “status quo”. Por tanto, identifica tu cliente ideal, céntrate en el “por qué” debería cómprarte a ti y no a otros y véndeles lo que podrían llegar a obtener contigo siguiendo la estrategia de comunicación del “Círculo de Oro” de Simon Sinek”. Inspirarás mucho más, generarás un posicionamiento y el recuerdo será muy positivo y no se enfriará con el paso del tiempo. Con el paso del tiempo, solemos olvidar lo que nos dicen, pero no cómo nos han hecho sentir.
Por ejemplo, ¿nunca te has preguntado porque muchas parejas de películas de cine acaban finalmente enamorándose en la vida real? ¿O porqué actores que ya eran conocidos se vuelven muy queridos por las fans después de un éxito en taquilla? Las personas son las mismas, pero los ha envuelto una poderosa historia que generará un bonito recuerdo para siempre y los hacen mucho más atractivos. Al fin y al cabo, el Marketing no es una batalla de productos y sí de percepciones.
Incluso, para fidelizar a los clientes hay que alimentar el hecho de querer seguir viviendo una historia sin fin. Para ello, hay que tratar de ser coherentes y esforzarse por seducirlos día tras día. Una marca sin emoción no tiene conversión. Una marca se sustenta en su promesa de valor. Provoca que tus clientes quieran seguir a tu lado siempre y que puedan contar siempre una bonita historia de la relación con tu marca.
Recuerda que no hay mejor publicidad que la que hacen los clientes satisfechos. No infravalores tu marca (sea empresarial o personal). A veces, nos centramos mucho en lo negativo y no vemos lo positivo. Seguro que eres más valioso de lo que piensas y aún no te has dado cuenta. No es fácil salir de la zona de confort y reflexionar la mejor manera de comunicar tu historia, pero todo es posible. Seguro que tienes una gran historia que empezar a contar.