El 1 de septiembre del año 2000 veíamos por primera vez el Nokia 3310, un móvil sustancialmente distinto a todo lo que conocemos hoy, pero para ese entonces cumplía con todo lo que necesitábamos. Llamaba por teléfono, enviaba mensajes de texto, tenía juegos, etc. Cerca de 17 años después, en pleno Mobile World Congress, y luego de haber entregado muchos anuncios, hoy contamos con una nueva versión de este dispositivo, el cual nuevamente no incluye nada como los equipos de hoy, pero que vuelve a hacernos sentir como si estuviéramos en la cómoda prehistoria de la telefonía celular.
Tal como si estuviéramos en el 2000, el aparato cuenta con una banda dual de 900/1800 MHz, una pantalla QVGA de 2,4 pulgadas, un autonomía de 25 días en modo de reposo, conector USB, Bluetooth 3.0 y cámara de 2MPx. Nada excesivamente pretencioso, pero los nuevos tiempos requieren nuevas tecnologías, por lo que igualmente se incluyen dos ranuras para tarjetas microSD de hasta 32GB, porque claro, también podemos escuchar música en esta máquina.
Fuera de estas modernidades, los finlandeses decidieron añadir dos características básicas que definieron la identidad de la marca en los 90 y 2000, tal como lo son el “Nokia Tune” y el juego Snake. Sí, a veces los pequeños detalles son los que más valen en este tipo de dispositivos.
Se dice que el valor es cercano a los EUR €50, un coste bastante aceptable para un teléfono de estas características, el que fácilmente podría servir de regalo para nuestros abuelos, o bien para nosotros mismos sólo a modo de nostalgia. Si es que no queremos navegar por Internet en Opera Mini de nuevo, claro (lo cual, de hecho, es posible también en este móvil).
Fuente: Wayerless