Cuatro tendencias macroambientales están contribuyendo a un mayor enfoque en la salud y bienestar: una población mundial que envejece; aumento de las tasas de enfermedades crónicas; aumento del auto-cuidado, tratamiento y prevención; y aumento de los consumidores cada vez más educados y conectados.
La sensibilidad a los alimentos también está influyendo en las preferencias alimentarias. Más de un tercio (36%) de los encuestados del Estudio Global dicen tener una alergia o intolerancia a uno o más alimentos, y los datos de ventas al por menor han mostrado un fuerte crecimiento de los productos que son para sensibilidad a los alimentos en el Reino Unido, Alemania y los EE.UU.
Casi dos tercios de los encuestados globales (64%) dice seguir una dieta que limita o prohíbe el consumo de algunos alimentos o ingredientes, con tasas de respuesta en África/Medio Oriente (84%) y Asia-Pacífico (72%) más altas que el promedio.
Los datos de ventas minoristas muestran que los consumidores están reduciendo ciertos alimentos que son generalmente altos en grasa, azúcar o sodio, pero sigue habiendo espacio para indulgencias en las dietas de los consumidores, particularmente golosinas más saludables
Los consumidores están adoptando una mentalidad de volver a lo básico, centrándose en ingredientes simples y menos alimentos procesados. Más de la mitad de los consumidores dicen que están evitando ingredientes artificiales, hormonas o antibióticos, los organismos modificados genéticamente (OMG) y bisfenol A (BPA).
Hay una clara oportunidad para servir mejor a las necesidades dietéticas de los consumidores. Entre los encuestados que dicen que tienen sensibilidad a ciertos alimentos o siguen una dieta especial, menos de la mitad (45%) cree que sus necesidades se cumplen plenamente por la oferta actual de productos.