Conocido como el proceso que hace un consumidor cuando busca un producto online, acude a una tienda física a verlo, tocarlo o probarlo y, finalmente, lo compra por internet tras buscar el mejor precio. Su nombre le viene que ni pintado, al proceder de la palabra “boomerang”. Según la consultora de e-commerce RedSnapper, este es el nuevo hábito de los consumidores británicos.
Parece ser que los consumidores están empezando a abandonar el “showrooming”, que es cuando examinan un producto en la tienda física y lo compran online a un precio más barato, y también el de “webrooming”, que es la búsqueda online para luego comprarlo en una tienda real.
Según RedSnapper, el 62% de los consumidores británicos se han pasado al “boomerooming”, incluyendo un 67% de mujeres y un 58% de hombres. La mayoría de ellos tiene entre 40 y 59 años.
Esta técnica sigue siendo beneficiosa para las tiendas físicas, porque significa que los consumidores todavía valoran la experiencia de visitar un comercio real. Sin embargo, eso no quita que vayan a comprarlo online a un precio más competitivo.