Una de las potenciales minas a futuro de ingresos y de posicionamiento en el mercado será el uso profesional que se está haciendo de las redes sociales. Las redes sociales empezaron como un escenario sobre todo para la relación personal e incluso si las marcas y las empresas estaban presentes de una manera o de otra en este entorno lo hacían partiendo de esa base. Es decir, sabían que ese era un espacio en el que principalmente los consumidores estaban a un nivel personal y donde, por tanto, ellos tenían que jugar con esas normas de partida.
Cierto es que, al igual que aparecieron redes sociales para muchas cosas y de muchas maneras, acabaron apareciendo también aquellas que estaban orientadas al mundo del trabajo. LinkedIn y algunas de sus competidoras (que han tenido menos suerte en su desarrollo y han logrado menos impacto) han ido naciendo y creciendo en los últimos años. A pesar de ello, el mundo de las redes sociales se podía decir que estaba un poco en compartimentos estancos, separando lo que era del trabajo de lo que formaba parte de la vida personal y no profesional.
Sin embargo, en los últimos tiempos, cada vez se emplean más herramientas muy similares a las redes sociales no profesionales en el universo del trabajo, quizás en parte porque las marcas están cada vez más decididas a lograr que sus empleados hablen de ellas o quizás en parte porque la irrupción de las nuevas generaciones, como es el caso de los millennials, tiene un efecto directo sobre cómo se organizan estas cuestiones y sobre lo que los trabajadores están pidiendo y necesitando.
El éxito de Slack, una suerte de herramienta de chat con funciones sociales (se pueden enviar gifs y similares) aunque nacida para el trabajo, es una de las muestras visibles y claras de este cambio de formas y de necesidades. Una de las recurrentes grandes tendencias que se solían señalar durante estos años sobre cómo están cambiando las redes sociales era la de que las redes sociales iban a tomar la empresa desde dentro.
Y si la cuestión tiene cada vez más peso, no es de extrañar que las grandes de las redes sociales estén decididas a entrar como sea en este terreno. Facebook ha ido encadenando en los últimos tiempos diferentes golpes para posicionarse en el terreno profesional que ahora está dominando LinkedIn.
Los movimientos de Facebook
La red social empezó con Facebook at Work, luego conocido como Workplace, una suerte de versión de Facebook para el mundo del trabajo que permitía a sus usuarios conectar con sus compañeros de trabajo y sus jefes. Los usuarios no están usando exactamente Facebook, pero Facebook sigue siendo quien se hace con el mercado.
Pero la red social no solo ha intentado posicionarse echando mano de aquellas herramientas de nueva generación que pueden servir para conectar con el mundo profesional, sino que también ha realizado diferentes movimientos para traerse cosas que ahora los profesionales hacen en otros escenarios (resumiendo: LinkedIn). Ahí están todos sus movimientos para intentar potenciar que los periodistas empleen Facebook para compartir contenidos y todos los elementos para potenciar el papel de la red social en la creación de marca personal.
Ahora, además, Facebook está intentando llevarse una de las cosas que han hecho de LinkedIn un elemento de éxito: están intentando entrar en el mercado de las ofertas de empleo.
Por ahora, la herramienta solo funciona en Estados Unidos, aunque eso puede ser simplemente el inicio de la cuestión. Las empresas podrán publicar ahora mismo y de forma nativa en sus páginas ofertas de trabajo, que aparecerán en el feed de noticias de los usuarios de la red social. Como apunta uno de los directivos de la compañía a BusinessInsider, si lo hicieron fue porque los dueños de pymes les indicaron su interés por este producto (antes del lanzamiento hicieron una encuesta en EEUU).
La herramienta no solo permite publicar la oferta sino también presentar la propia candidatura al trabajo. Facebook creará un formulario para introducir datos, que además pre rellenará con la información que el usuario tenga en su perfil (lo que al final hará que las personas metan más datos en sus perfiles). A eso se sumará que el contacto entre candidatos y empresas se podrá hacer a través de Messenger.
Facebook también permitirá a las empresas pagar y así conseguir que su oferta de trabajo llegue a nichos concretos, algo muy cercano a lo que se puede hacer en LinkedIn.
Todas las ofertas de trabajo se podrán encontrar en una página especial para ellas.
Fuente: Puro Marketing