El Gobierno publicó este lunes (20/02) en el Boletín Oficial la eliminación del arancel de 35% a la importación de computadoras, notebooks y tablets. La medida rige sólo para empresas importadoras, no para los particulares. “Para el consumidor final debería ser una buena medida. Pero hay que analizarla en un contexto, que no afecte a la mano de obra y trabajo argentinos, a cuenta de que la mayoría de la industria local de productos tecnológicos se arma en Tierra del Fuego, y depende de importaciones”, aseguró Rubén Oscar García, presidente de la Cámara de Importadores de la República Argentina (CIRA).
El Gobierno publicó este lunes (20/02) en el Boletín Oficial la quita de aranceles a la importación de productos informáticos, tal como se había anunciado a fin del año pasado. La iniciativa oficial tiene el objetivo de reducir los precios al público de estos artículos, que según estimaciones podría alcanzar hasta un 50% en el mercado interno.
La medida establece la reducción de 35% a 0% del arancel para importar computadoras, notebooks y tablets, pero sólo para empresas importadoras, no para los particulares. De este modo, continúa vigente el monto de la franquicia fijado por la AFIP para el ingreso de productos fabricados fuera del país. El ente recaudador aclaró que actualmente se cobra un impuesto del 50% sobre el valor excedente a US$30 0 por pasajero mayor de edad y US$ 150 por cada menor de 16 años.
Un comunicado del Ministerio de la Producción detalló que a través del Decreto 117 queda eliminado el arancel de 35% para la importación de notebooks, tablets y computadoras que comenzará a regir desde el 1 de abril, así como la eliminación a partir del 21 de febrero del arancel del 12% promedio para la importación de componentes destinados a la producción de computadoras en el país.
En el caso de los componentes la exención contempla a complementos de informática, como impresoras, plotters, digitalizadoras, y otros bienes tecnológicos (servidores, partes de LEDs).
Rubén Oscar García, presidente de la Cámara de Importadores de la República Argentina (CIRA), explicó a Infobae que “se eliminan las retenciones para las empresas importadoras y en definitiva para el consumidor final debería ser una buena medida. Pero hay que analizarla en un contexto, que no af ecte a la mano de obra y trabajo argentinos, a cuenta de que la mayoría de la industria local de productos tecnológicos se arma en Tierra del Fuego, y depende de importaciones”.
En cuanto a los electrónicos, García expresó: “En general diría que la mercadería que se compraba en el país era cara y con tecnología vetusta, pero las medidas a tomar son parte de un conjunto y no deben analizarse aisladas para saber si son efectivas”.
“Hay otra problemática, que es la de las licencias no automáticas, que no salen, porque el sistema hoy implementada es perverso y se vuelven a reprogramar medidas que eran de la administración anterior e incluso anteriores a las de Guillermo Moreno”, aseguró.
“El sistema ejecucional, se cambia el sistema operativo para las tramitaciones, pero la decisión es humana y hay mucha problemática para la importación”, resumió el presidente de CIRA.
“Escucho las quejas de todo el arco importador, no solo el informático. Los textiles vienen llorando, también el calzado y juguetes. La mercadería importada no les llega en tiempo y forma”, apuntó García, y recordó que “se pierden dos días en Aduana, por trámites que muchas veces avanzan y vuelven para atrás como el Juego de la Oca. Y todo costo va a precio”.
García enfatizó el rol fundamental de las importaciones para la actividad económica y describió que “de la importación más del 80% se destina a la producción. Hay una disputa estúpida, que es la de la industria versus importación. Hay que facilitar el comercio, sacarle al importador los costos exorbitantes, como peaje, combustibles, los de la terminal portuaria, la ineficiencia del sector público que no entrega la documentación en tiempo y forma”.
Por eso, señaló que para que los artículos en el mercado local se ofrezcan a precios equivalentes al exterior “lo que hay que evaluar es cuánto le c uesta al productor y al importador despachar o producir y la carga que le traslada el sector Estado y la política. Ahí hay que mirar”.
“Reclamemos al Estado que clarifique las normas, y no que sean un fárrago imposible de cumplir, que contribuyan a que tengamos un país mejor, independientemente de quien gobierne y pensar en los más de 40 millones de habitantes. Hay industrias a reconvertir y hay que hacer el estudio y ver qué queremos como país”, consideró García.
Fuente: Urgente24