OLX, la empresa a de clasificados virtuales que pertenece al fondo sudafricano Naspers, despidió a 50 empleados y analiza restringir la actividad local. “Por el momento no es un cierre, pero sí es una reconversión total del negocio”, aseguró una fuente cercana a la compañía. Empleados de la empresa sí hablan de cierre definitivo en medio una gran incertidumbre.
Se trata de uno de llamados unicornios tech locales, las empresas que valen más de USD 1.000 millones, y que fue fundada en 2006 por el emprendedor local Alec Oxenford, quién estaba alejado de la compañía en los últimos años (incluso hace unos meses se retiró del directorio local) y ahora está enfocado en Letgo, otra empresa digital de Naspers.
Según se pudo saber, los despidos se produjeron en la sede central de la empresa, en el barrio de Belgrano, desde donde atiende y da servicios a la operación global, y en sucursales del interior, como la de Córdoba.
La compañía había dado hace unos meses un giro en su estrategia de venta de todo tipo de productos usados, para poner foco en verticales como autos y propiedades. Ahora intentaría, además, usar el hub tecnológico de Buenos Aires –que no sufrió despidos por el momento– para seguir exportando servicios. Con todo, este es uno de los puntos que amenazan a la compañía desde que el Gobierno impuso un impuesto a las exportaciones que rige a partir de este año también para los servicios basados en el conocimento.
A mediados del año pasado, OLX había cerrado la compra de Properati, una pyme tecnolígica especializada en el mercado inmobiliarios. Ese negocio seguiría sin alteración.
Historia de un unicornio
“Es la primera y única marca global de Internet que no se desarrolló en Silicon Valley”. De esa forma describe Oxenford a OLX, su segundo “bebé”. A fines de los ’90, en plena burbuja puntocom, había lanzado DeRemate, un sitio de subastas online que compitió en la región con Mercado Libre, y perdió la batalla. Años después, se asoció con el francés Fabrice Grinda y fundaron OLX.
Ambos fueron co-CEO durante seis años y Grinda se fue en 2012. El negocio de OLX siempre fue el mundo, nunca Argentina. Aunque desde el país se manejó siempre buena parte de la operación global. Para ese startup, Oxenford usó lo que definió como martian approach, o pensar el negocio como un marciano recién llegado a la Tierra.
“Para muchos lo razonable es primero lanzar el país de origen y luego, eventualmente, ir a la región y el mundo. Decidimos hacer lo contrario: pensar como un marciano que llega a la Tierra y tiene que ver el foco y las oportunidades reales. Vimos lo obvio. Por potencial y desarrollo, había que enfocarse en India, China, Brasil y Rusia. Lo hicimos muy rápido. Casi cinco años después lanzamos la operación en la Argentina, aunque el headquarters siempre estuvo acá”, dijo en el libro “Los nuevos reyes argentinos”.
OLX comenzó operando en India y luego Rusia, Brasil y también en países africanos y de Asia Pacífico, en muchos de los cuales fue líder absoluto. En 2010, el fondo Naspers, que ya era dueño del 67,8% de la compañía, se quedó con casi todo: 95%. Lo operación, cuya cifra no trascendió públicamente, rondó los USD 200 millones y Oxenford se quedó con el management y con una porción minoritaria de las acciones.
Oxenford –quien fue le primer jefe de María Eugenia Vidal en el Grupo Sophia, uno de los think tank que dio origen al PRO– se fue alejando del día a día de OLX por el 2015 y puso foco en Letgo, un proyecto similar pero enfocado en EEUU.
“Un día te levantás y te das cuenta de que hay un proceso presupuestario que revisar. Típico de una compañía grande, de más mil quinientos empleados. No creo estar, por el momento, para estar solo en el directorio de una empresa. Lo que pasa es que la parte emprendedora la cubro con el gran desafío que es competir en las primeras ligas con Letgo”, dijo hace unos años.
Ahora, la compañía que prometió revolución global sufre una fuerte crisis en el páis que la vio nacer.
Fuente: elancasti