El paradigma tradicional de gestión de la innovación supone que las ideas deben surgir del interior de la empresa (y particularmente, de sus centros de I + D).
Así, sobre este concepto, se apoya la sabiduría convencional que orienta los procesos de innovación de muchas organizaciones: “los más inteligentes trabajan con nosotros”, “para beneficiarnos de la I + D, debemos descubrir, desarrollar y comercializar nosotros mismos”, “si nosotros lo descubrimos, seremos los primeros en ponerlo en el mercado”, “debemos controlar la propiedad intelectual, para que la competencia no se beneficie”.
Y, sin embargo, este enfoque sólo ofrece una mirada estrecha sobre la innovación. En efecto, la mayoría de las ideas son generadas por una masa inquieta de pensantes, que rara vez son miembros de la compañía. Entonces, al restringir su búsqueda al interior de sus fronteras, una empresa pierde grandes oportunidades de crear valor.
Henry Chesbrough y los principios de la open innovation
Algunos años atrás, el profesor Henry Chesbrough acuñó la expresión de “open innovation” (innovación abierta), basada en la combinación de ideas internas y externas para apalancar los procesos de innovación.
Este enfoque se basa en ciertas premisas opuestas a la sabiduría convencional: “no todos los más capaces trabajan con nosotros”, “podemos beneficiarnos de la I + D externa”, “no necesitamos originar el descubrimiento para aprovecharlo”, “deberíamos beneficiarnos por el uso de nuestras patentes por otros, y mejorar nuestro negocio con las patentes de otros”
Desde esta perspectiva, una organización puede obtener rápidamente nuevas ideas, relacionarse con nuevos socios y proveedores, realizar rápidas investigaciones de mercado y reciclar recursos internos para la búsqueda, análisis, gestión e implementación de ideas.
Algunos casos exitosos de open innovation
Desde 2001, a través de su E-Strat, L’Oreal viene convocando a estudiantes de todos los rincones de la Tierra para que aporten sus ideas de negocios.
El premio: un viaje a cualquier lugar del mundo para los miembros del equipo ganador y la posibilidad de exponer su proyecto ante los altos directivos de la compañía. Para la empresa, el E-Strat es una gran fuente de ideas de nuevos negocios y un semillero de futuros ejecutivos.
El IBM Jam, nacido como un esquema para el intercambio interno de ideas, evolucionó hacia un nuevo modelo denominado Collaborative Innovation, invitando a la participación de agentes externos como clientes, proveedores y académicos.
Otras firmas que utilizan sistemas de innovación abierta son P&G, Intel, Microsoft, 3M, Sun, Sony, Nokia, Oracle, Cisco y Adidas (con su Innovation Center de París).
En el mundo de la open innovation, también existen sitios de Internet que establecen contactos entre empresas y generadores de ideas; algunas de ellas son: Ideawicket; InnoCentive; yet2.com; NineSigma; Your Encore.
Algunas competencias básicas para incursionar en la open innovation
Básicamente, la implementación de un esquema de open innovation involucra una propuesta de problema a resolver por parte de la empresa y una recompensa a aquellos que lo resuelvan. En ocasiones, también se permite a los colaboradores externos que propongan sus propios proyectos.
Pero, desde luego, implementar este sistema es mucho más que sólo anunciar en el website corporativo que la empresa está abierta a sugerencias.
Para aprovechar la creatividad dispersa, es necesario desarrollar una serie de nuevas habilidades de colaboración con un conjunto amplio de socios, nuevas formas de comunicación y fertilización cruzada de ideas, y disponer de un eficiente sistema de administración de ideas.
La open innovation implica la necesidad de crear, dentro de las empresas, aquello que podemos llamar New Enterprise Mindset, un modelo mental abierto, dinámico y preparado para administrar la colaboración y generación de ideas.