Como las ofertas existentes no alcanzan para generar un repunte en las ventas, se plantean propuestas más agresivas para los fines de semana
El consumo sigue sin mostrar mejoras que permitan reducir las estrategias comerciales basadas en las ofertas, promociones y descuentos.
Las ventas en comercios minoristas, medidas en cantidades, se desplomaron 8,1% en julio de acuerdo a la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), y sumaron así su séptimo mes consecutivo en baja.
En los grandes centros de venta de alimentos como híper y supermercados, donde ya es fuerte la caída de las compras en unidades por ticket y donde las ofertas y promociones son las únicas herramientas que impulsan el poco movimiento.
Frente a este escenario, los ejecutivos de los grandes híper advierten que las estrategias que aplicaron hasta ahora no alcanzan para generar un repunte.
De hecho, para este fin de semana están profundizando sus propuestas con descuentos que ya llegan al 80%, como en Carrefour, que ofrece este porcentaje de rebaja en la segunda unidad para una gran cantidad de productos, según relevó El Cronista.
Es decir, el descuento neto llega al 40% por cada unidad ofrecida. También ofrece 70% en galletitas dulces; golosinas y alfajores; jabones; shampoo; cuidado oral y pañales. Y 60% en productos Paty; Matarazzo; Knorr; Lays; Nescafé; Nesquik; Roya y Tolem, entre otras. En cuanto a bebidas, se pueden conseguir vinos y espumantes con un 40% de rebaja.
Otro caso similar es el de Coto que, bajo el nombre de “Superfindesemana”, promociona indumentaria con hasta 50% de descuento y seis cuotas sin interés, indicó el matutino.
También en Walmart se profundizan las promociones a la espera de que recién en los últimos tres meses del año se pueda observar alguna señal de recuperación.
En el sector admiten que ni siquiera la financiación en cuotas tarjetas de crédito terminaron siendo un factor de decisión en la compra. “Si bien hay una caída en las ventas medidas en tickets, la situación parece haberse estabilizado y hay un menor impacto negativo en almacén que en bienes durables”, dijo a El Cronista un empresario del sector, para quien la retracción de los bolsillos se mantendrá durante todo el año.
“La inflación y los aumentos en todos los servicios, aún con el freno de la justicia a las subas del gas y la luz, hacen que la gente cambie sus hábitos de consumo por una menor capacidad de compra que los lleva a realizar compras diarias, más chicas y no para todo el mes”, agregó otro referente.
Algo similar evidencia el informe de CAME, en el cual se asegura que el sector volvió a experimentar una retracción “pese a los descuentos agresivos que están haciendo los empresarios para atraer clientes y obtener la liquidez necesaria que les permita afrontar los pagos de salarios, alquileres, servicios y reposición de mercadería”.
“Las ofertas fueron tentadoras. Muchas rebajas de hasta 50% y en productos de buena calidad en rubros como indumentaria, calzados, marroquinería, bijouterie, y textil blanco. Pero aun así se vendió poco, claramente porque el poder adquisitivo de las familias se derrumbó y se vuelven a establecer prioridades en los gastos”, señaló la CAME.