Una de las formas de ganarle a la inflación es aprovechar la compra con tarjeta de crédito en cuotas cuando ofrecen cero sin interés. Debido al incremento de precios en las góndolas, las tarjetas están empezando a financiar el consumo.
De hecho, cada vez más gente paga en tres cuotas sin interés no sólo las compras del supermercado, sino también en los rubros que suponen transacciones de montos más chicos (microcompras), como una aspirina en la farmacia o una hamburguesa en un local de fast food.
En rigor, según Tarjeta Naranja, las ventas con tres cuotas sin interés (o en 6, 9 y 12 pagos con financiación) alcanzaron en febrero $ 675 millones en supermercados, $ 44 millones en estaciones de servicio, $ 42 millones en farmacias, $ 17 millones en librería, $ 6 millones en carnicerías y verdulerías, $ 5 millones en hamburguesas, bares, pizzerías y lomiterías, $ 4,3 millones en almacenes, despensas y autoservicios, $ 1 millón en cines y $ 371.000 en florerías.
“Cuanto más se acerca fin de mes, más crece el uso de la tarjeta de crédito para financiar las compras”, revelan en uno de los grandes hipermercados.
Sin dudas, la inflación empuja al consumo en el corto plazo. En este sentido, cuanto más sostenida es la cuota a lo largo del tiempo, más se le gana a la potencial suba de precios futura.
Desde el sector del supermercadismo confiesan que el plan de compra “Ahora 12? contribuyó mucho en sus ventas de línea blanca. El “Ahora 12? alcanzó los $ 15.800 millones en ventas a través de 8,5 millones de transacciones desde que fue lanzado en septiembre pasado, informó el Ministerio de Industria.
“El fee que cobran las tarjetas de crédito, de un 3%, es alto comparativamente con la región. Esto nos representa un elevado costo operativo”, se quejan en el retail.
De todas formas, lo compensan con las tarjetas propias de los canales que tiene cada cadena. Incluso, promueven los días especiales, como maratón de descuentos y el Hot Sale que habrá desde pasado mañana hasta el domingo, de modo de no depender exclusivamente de fechas claves como día del padre, de la madre, del niño, pascuas y navidad.
Leonel Sist, gerente de TuAlacena, asegura que la tendencia es comprar en cuotas para financiarse: “La gente no se fija tanto si tiene o no interés: En 2012 con $ 1.300 te comprabas una canasta de 80 productos, hoy con esa plata sólo se puede comprar la mitad”.
Gustavo Perilli, socio de AMF Economía advierte que, desde una visión pesimista, esto puede responder a una insuficiencia de poder adquisitivo, porque el ingreso no estaría alcanzando para financiar el consumo diario: “Pero como la mora del crédito con tarjetas no está aumentando, esta posibilidad pierde asidero. Simplemente podría devenir de las virtudes del crédito y de su aporte en la expansión del ingreso. Las familias podrían estar adelantando consumos y ahorros, anticipándose a un 2016 más tórrido ante la posibilidad potencial de un ajuste económico de shock, especialmente si desembarca en Hipólito Yrigoyen 250 el equipo económico de Mauricio Macri”.
El representante legal de Consumidores Libres, Héctor Polino, pone el grito en el cielo: “¿Doce cuotas sin interés? No nos dejemos engañar. Los consumidores sólo pagan en cuotas hacen porque creen que es conveniente en un país con altos porcentajes de inflación, pero en realidad se trata de un engaño. Por ejemplo, cuando una persona busca comprar un bien, ya sea un electrodoméstico, una bicicleta, ropa o un mueble, la mayoría de las veces se encuentra con varios precios: de lista, de contado y en 12 cuotas”.
Polino lo ejemplifica: “Supongamos que un cliente quiere comprar un bien cuyo precio de lista es $ 1.000. Los descuentos por pago de contado efectivo rondan el 20%, mientras el incremento del precio de lista cuando compramos en 12 cuotas es generalmente del 10%, con diferentes justificativos, generalmente algún tipo de seguro o directamente sin explicación alguna. Así, nos encontramos con los tres precios: de lista $ 1.000, contado (20% de descuento) $ 800 y en 12 cuotas (10% de aumento desde el precio de lista) $ 1.100. Doce cuotas reales sin interés, sin engaños, sería si los $ 800 de contado se dividieran por 12 y ese fuera el monto que se pagara por mes, como ocurre con el caso de los pasajes en micro o en avión”.