Segundas marcas, visitas a comercios mayoristas, compras más acotadas y sólo de productos básicos son algunos de los hábitos que vuelven a las góndolas.
Debido a la recesión económica y pérdida de valor del salario real, los comercios en la Argentina ya detectan el regreso de los hábitos de consumo propios de las crisis.
Los empresarios del sector reconocen que en los últimos meses los consumidores están retomando algunas prácticas que se popularizaron en plena crisis de la convertibilidad, como el avance de las segundas marcas, las compras más acotadas y sólo de productos básicos.
Asimismo, según relevó el diario La Nación, crecen las visitas de las familias a distribuidores y comercios mayoristas. Sus clientes son los pequeños comercios minoristas, que controlan más del 40% de las ventas de alimentos y bebidas a nivel nacional, y también es el canal con un acceso privilegiado a la base de la pirámide, que históricamente no visita las grandes cadenas de supermercados.
“Está claro que la situación actual está muy lejos del contexto caótico que se vivía en 2001, pero en materia de consumo hay muchas características parecidas. Las compras son más pequeñas y están ganando terreno las segundas marcas, en especial en el interior del país, porque las economías regionales están muy golpeadas”, advirtió Alberto Guida, presidente de Cadam, la cámara que reúne a los supermercados y distribuidores mayoristas, en un evento realizado en IAE Business School.
Los empresarios apuntan a la inflación como la primera causa de este cambio de hábitos. “Los aumentos de precios están afectando el poder adquisitivo de la gente. En nuestro caso, trabajamos como distribuidores con más de 10.000 pequeños comercios. Hasta hace unos meses, esos clientes buscaban stockearse para protegerse de la inflación, pero hoy ya no pueden hacerlo y se siente en las ventas. El primer semestre cerró con una baja del 8% en volumen y para la segunda mitad del año esperamos una profundización, con un descenso del 10 o 12%”, explicó Lucio Di Santo, presidente de Micropack, en declaraciones relevadas por La Nación.
Otros factores que impactan el poder adquisitivo de las familias son la mayor presión impositiva y la quita de subsidios en los servicios públicos. Rodolfo Vaccaneo, socio de la cadena mayorista Masivos, aseguró al respecto que este año no fue bueno para el comercio y la segunda parte de 2014 tampoco lo será: “Las economías familiares están muy afectadas por los aumentos de precios, los impuestos y factores más nuevos como las subas en las boletas de gas y, próximamente, en las de la luz”.
En el interior ya sienten además el impacto de las suspensiones y reducciones de personal ocurridas en la industria.”Los despidos y las suspensiones se sienten en especial en algunas plazas muy ligadas a la industria automotriz. Para nosotros, el primer semestre cerró con una baja del 3% en unidades y un crecimiento de la facturación del 27%, es decir, claramente por debajo de la inflación”, señaló Carlos Novillo, socio de Líder, un autoservicio mayorista de perfumería, de acuerdo al matutino.
La investigadora de mercado Kantar Worldpanel, informó que el primer semestre del año cerró en el mercado argentino con una baja del 1,6% en el volumen de compras. “El consumo en el 80% de los hogares se contrajo más de 2%, y toda la caída se dio en el interior del país”, explicó Juan Manuel Primbas, director de Kantar Worldpanel.
“La expectativa para 2014 es que la caída del consumo represente el 3 o 4%, generando una mayor incertidumbre para 2015. En este contexto, la clave sigue siendo intentar anticipar cambios de hábitos, donde se destacan dos fuertes tendencias: que el interior del país es hasta el momento el más golpeado por la recesión y el enfriamiento del consumo, y que el consumidor prioriza gastos, y los productos de mayor valor se vuelven realmente prescindibles”, puntualizó.
Los datos de Kantar están en línea con los de CCR, que había informado que en el primer semestre las ventas había caído 1,3% y con una preocupante tendencia a que se profundice la baja, ya que en junio se había registrado un retroceso de 4,3 por ciento.